El argentino Juan Martín del Potro dio la gran sorpresa en el torneo olímpico de tenis al eliminar en primera ronda al número 1 mundial el serbio Novak Djokovic, por 7-6 (7/4) y 7-6 (6-2), este domingo en Rio.
Djokovic, que buscaba el único título que le falta en su carrera, no encontró la manera de desestbiliar al tandilense, que con un gran servicio y un temible golpe de volea, no pareció el jugador al que le han lastrado las lesiones en los últimos años.
Del Potro, que parecía condenado tras el sorteo, se convierte ahora en una de las bazas argentinas para obtener medalla en los Juegos de Rio. Su rival en segunda ase será el portugués Joao Sousa.
Pese a que Djokovic comenzó castigando el revés de Del Potro, sabedor que al argentino le cuesta golpear de esa manera por sus problemas en la muñeca (por la que ha sido varias veces operado), el tandilense se valió de su saque y su derecha para poner en problemas al serbio.
Con un 83% de puntos ganados con el primer servicio y 20 'winners' (por 65% y 10 para el serbio), el argentino mantuvo el tipo en el primer set y si no lo ganó antes fue porque desaprovechó cuatro bolas de 'break' en los juegos uno y nueve.
En el 'tie-break' mantuvo el nivel y acabó llevándose la primera manga por 7/4 ante una grada en la que se escuchaban cada vez más a los argentinos, pese a que el público carioca recibió a 'Delpo' con una estruendosa pitada y a gritos de 'Djoko, Djoko'.
En el segundo parcial, Del Potro siguió jugando a su mejor nivel, aquel que le llevó a ganar el US Open 2009 y el bronce olímpico en 2012, precisamente ante Djokovic.
Con un gran servicio y una poderosa derecha, el serbio no encontraba la manera de amenazar el saque al argentino. De hecho no tuvo una sola ocasión de quebrar, mientras que el argentino desperdició otras tres a las cuatro malogradas en el primer set.
El desenlace estaba fijado de nuevo en el 'tie-break' y ahí el argentino se mostró intratable, con un 5-0 que el número 1 ya no pudo levantar.
En su segunda bola de partido, Del Potro logró la victoria, levantó los brazos al cielo y recibió una gran ovación el mismo público que le había recibido con abucheos.
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