Tremenda la final que nos han dado Stan Wawrinka y Novak Djokovicen la noche de hoy en Flushing Meadows. El suizo comenzó nervioso y cometiendo muchos errores, pero su raqueta fue tomando temperatura y acabó dando una auténtica clase magistral de cómo tirar el revés y de cómo jugarle de tú a tú mentalmente a Djokovic. El marcador final, 6-7, 6-4, 7-5 y 6-4 tras casi cuatro horas de intensa batalla.
¿Qué partido veríamos entre los dos? ¿La versión no Grand Slam en la que Djokovic era muy superior o la de una lucha a cara de perro al mejor de cinco sets? Wawrinka comenzó el partido muy fallón, obra de los golpes del serbio. Novak se tenía la lección muy aprendida. No le dejaba ni un sólo centímetro de ventaja al suizo. Bolas profundas, evitando que Stan pudiera dictar el juego a su antojo. Nole sabía que si le dejaba llevar el juego a su rival, iba a tener problemas. En este primer set, vimos a un Djokovic variando alturas, sobre todo al lado del revés, donde le metía bolas un poco más elevadas. A Wawrinka no le gustaba nada tener que golpear su golpe favorito por encima del hombro.
Tremendos los ángulos que Novak encontraba, tanto con su derecha como con su revés. Precisión de cirujano. Los éxitos de Wawrinka en los anteriores encuentros de Grand Slam, sobre todo en Roland Garros, pasaron sobre todo por golpes duros al centro de pista, evitando de esta forma que Djokovic abriera un ángulo con su golpe cruzado. En este primer set, Stan apenas tenía opciones de llevar la iniciativa de los puntos ya que Nole no paró de moverle de lado a lado de la pista, provocando los fallos del de Lausana. Así, el serbio logró ponerse 5-2 arriba y bola de set.
Pero cuando tienes delante a Wawrinka nunca debes dar nada por sentado. El suizo soltó su brazo y empezó a parecerse más a ese doble ganador de Grand Slam que es y empezó a meterle presión al serbio. Y también dudas en su cabeza. De verse casi con el set en el bolsillo, Djokovic comprobó que Stan había despertado y esa presión la notó completando un mal juego al saque cuando servía para llevarse el set. Una rotura en mal momento para él, que haría volver al set al suizo, que llevó la manga al juego decisivo.
Aquí vimos los mejores puntos del encuentro hasta el momento. Rallies larguísimos, dejadas, smashes, derechazos... carne de Youtube y para no dejar de mirarlos una y otra vez. Pero Wawrinka se vino abajo después de perder uno de esos puntazos y Djokovic aguantó la situación para, esta vez sí, empezar el partido con ventaja.
Cuando Novak gana el primer set de sus partidos en Grand Slams se sitúa en 193 partidos ganados y sólo 4 perdidos. El hombre que le ha ganado 2 de ellos lo tenía enfrente, por lo que no debía descuidarse lo más mínimo.
Y tanto que era así, que Wawrinka comenzó la segunda manga presionando mucho a Nole, que perdió un poco la intensidad del comienzo y perdió su saque al inicio. A diferencia del año anterior ante Federer, el juego de intercambio de golpes no le hacía sentir daño a Wawrinka, sino todo lo contrario. Stan le metió en la trampa y Nole no conseguía ser lo suficientemente agresivo como para que los puntos se jugaran en no más de cuatro golpes. Aunque logró recuperar el break perdido, un gran juego del suizo al resto con 4-5 en el marcador, le hizo aprovechar la segunda bola de set que tuvo para igualarlo todo.
Esto estaba empezando a tomar tintes épicos. Dos horas de final y ya se les podía ver a los dos respirando más que agitadamente entre puntos. Wawrinka evolucionó a su versión 'Stanimal' y empezó a repartir juego de una manera absolutamente brutal y salvaba bolas de break con la misma facilidad que el que se come una galleta. Es increíble cómo cambia de la primera semana de competición a la segunda. Djokovic miraba a su box, intentando encontrar respuestas a la avalancha de juego que le estaba viniendo desde el otro lado. Les hablaba, como intentando representar lo que hubiera querido que fuera. Pero aun estando perdido, como parecía Nole con 0-3 abajo, él no se da por vencido y recuperó el terreno perdido en una auténtica batalla de tú a tú.
Si el que les escribe tenía las pulsaciones a más de 100, imagínense los dos de ahí abajo. Djokovic se defendía como podía ante los palazos de Stan, que montado sobre la línea y con confianza es mortal. Siempre daba la sensación que podía romperse la cuerda por el lado del serbio y justo cuando Novak sacaba para llevar el tercer set al tiebreak, Wawrinka se marcó un par de reveses paralelos de esos que llevan la etiqueta de 'master class' y se quedaba a un solo set de llevarse el campeonato.
Novak comenzó el cuarto set acusando físicamente el tremendo partido que estaban jugando. Le vimos quejarse de algunos calambres, mientras que Stan seguía volando sobre la pista. Con 3-1 abajo, Djokovic paró el partido para ser atendido de unas ampollas en sus pies, algo que hizo enfurecer al suizo ya que el árbitro aceptó que Novak fuese atendido a pesar de que el descanso no tocaba. Eso distrajo un poco a Wawrinka, que en su vuelta tuvo que salvar otro par más de bolas de break. Djokovic le hizo sufrir otro poco más, pero Stan terminó llevándose el partido y el torneo después de, recordemos, estar a un solo punto de perder en tercera ronda ante Evans.
Djokovic termina el US Open siendo finalista, un gran resultado para él teniendo en cuenta que llegaron a plantearse no participar antes del torneo, tal y como declaró Vajda. Wawrinka, por su parte, suma su undécima final consecutiva ganada. ¡11! Vuelve a derrotar a Novak Djokovic en un torneo de Grand Slam y levanta el que es su tercer grande, igualando en esta cifra a Andy Murray, colocándose a un sólo grande de completar el Career Grand Slam.
¿Quién dijo Big Four? Empiecen a hablar de Big Five porque este Wawrinka también tiene mucho que decir.