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¿Quién inventó el tenis?

¿Quién inventó el tenis moderno? Seguro que más de una vez os habéis preguntado esto. Quizá alguno haya investigado por su cuenta en internet intentando encontrar la respuesta y es que una buena sesión de historia gusta a todo el mundo. O a casi todos. Vamos a ver cómo nació el tenis moderno que conocemos hoy en día y quién fue el que lo creó. Y es que muchísimas fuentes apuntan a un español como mente pensante de este deporte aunque fue otro quien acabó llevándose todo el reconocimiento.

Existen evidencias en los libros de historia de que los antiguos griegos, romanos e incluso egipcios jugaban a un juego similar al tenis. Se han llegado a encontrar ruinas en Mesoamérica que indican que ya por aquél entonces existía una cultura importante por los juegos de pelota. No es hasta el siglo XV, durante el reinado de Enrique VII de Inglaterra hasta que nace un juego llamado 'Real Tennis' (o 'Royal Tennis', llamado también en otras zonas del país), un juego que se disputaba en una pequeña jaula indoor en el que varias personas intentaban meter la pelota al otro lado con una especie de raqueta. Este juego es una versión del 'Jeu de paume', que fue creado en Francia en el siglo XI y que se disputaba igual pero golpeando con las manos en lugar de raquetas.

Este Jeu de paume causaba auténtico furor en Francia. Existían profesionales de este deporte mientras que por detrás existía toda una infraestructura que trabajaba para que este juego pudiera disputarse. Hablamos de profesores, empresas dedicadas a la creación de pelotas, pistas e incluso las primeras casas de apuestas. Varias versiones de este juego se expandieron por Europa con distintas reglas en uno y otro país. Por ejemplo, si la pelota golpeaba la cinta y caía al otro lado de la pista, en Francia sí valía pero no en Italia. Los libros dicen que existían hasta 1.800 pistas en Inglaterra para jugar a Real tennis y que el propio Papa intentó acabar con este deporte pero no fue él sino la Revolución Francesa la que logró parar la práctica de este juego a finales del siglo XVIII.

Se produce un salto en el tiempo hasta el siglo XIX cuando de nuevo se vuelve a la práctica de este deporte tras el fin de la Revolución Francesa. En 1850 se inventó el caucho volcanizado por lo que las pelotas de tenis sufrirían un auténtico cambio permitiendo un bote mucho mayor que el que existía hasta la fecha. Por aquél entonces, un hombre cansado totalmente de jugar a Real Tennis en un recinto indoor, ideó un nuevo juego. Él era el español Juan Bautista Augurio Perera.

Cuentan que Augurio emigró a Inglaterra de niño junto a sus padres Augurio y Francisca y que allí logró encontrar trabajo importando mercancias españolas a través del mar. Después de vivir muchos años en Londres, logró establecerse en Birmingham, donde de hecho existe una calle que lleva su nombre (Pereira Road) y que casualmente se encuentra a apenas 25 minutos a pie del Edgbaston Archery and Lawn Tennis Society, del que dicen es el club de tenis más antiguo de la Tierra.

Juan Bautista solía ir a un club donde se reunían distintas pistas para jugar a juegos de raqueta junto a un amigo inglés llamado Harry Gem. Fueron los dos los que diseñaron un deporte distinto capaz de jugarse al aire libre, que mezclaba el Real Tennis, el criquet y la pelota vasca. Referencias históricas dicen que Harry Gem otorgó todo el crédito a Augurio de haber creado la idea mientras él colaboró retocando ciertos aspectos, así como estableciendo una serie de reglas. Se dice que los dos practicaron este deporte en privado en el jardín de la casa de Perera, donde diseñaron la pista. La fecha de su creación no es exacta aunque se dice que tuvo lugar entre 1859 y 1865 y lo llamaron 'Lawn Tennis' (Tenis de Campo).

Es aquí donde nace la figura de Walter Wingfield. De este galés se sabe que él también practicaba el Real Tennis y que ideó un juego llamado Sphairistiké (la forma griega de llamar "jugar a pelota"), también al aire libre como el juego de Perera y Gem. Según cuentan, Walter se limitó a coger el juego de los dos y ponerle un reglamento, así como determinar la altura de la red, medidas de la pista, raquetas y demás cosas que no establecieron el español y su amigo inglés. Wingfield comenzó a dar a conocer el juego en público hasta que poco a poco fue haciéndose famoso hasta tal punto que fue toda una sensación en toda Europa, Estados Unidos e incluso China desplazando por completo al Real Tennis.



Walter Wingfield.

El deporte se jugaba al aire libre sobre una pista de césped en forma de reloj de arena, con puntuación de sistema sexagesimal que perdura hasta nuestros días con la excepción de que el 45 se cambió por el 40 actual por comodidad y donde el saque se debía hacer siempre por debajo de la cintura. Fue en 1874 cuando Wingfield patenta el deporte, llevándose él toda la gloria por ello. En 1877 se introducen una serie de cambios en el juego como pasar a una pista de forma rectangular, como la actual, así como jugar con un césped mucho mejor cortado gracias a la mejora de las máquinas cortacésped. Es en este año cuando se celebra la primera edición de Wimbledon aunque deben pasar un par de años más para que se establezcan las reglas definitivas del tenis tal y como las conocemos hoy en día.

Walter, en estos años, sufre varios problemas personales como la enfermedad de su mujer y la muerte de tres de sus hijos, algo que le hicieron desligarse por completo del deporte patentado por él, dejando por el camino sus dos libros 'The book of the game" (1873) y el "The major's game of Lawn Tennis" (1874), que sirvieron para terminar de mejorar las reglas establecidas por él. De Perera y de Gem no existe apenas mucha información en estos años. Se dice que Gem escribió una carta a The Field, un periódico inglés, en el año 1874 otorgando a su amigo Perera todo el crédito por haber sido él quien había desarrollado el 'Lawn Tennis' patentado por Wingfield pero sus palabras cayeron en saco roto ya que fue Walter quien pasó a la historia como el creador del tenis. La muerte de Gem data en el año 1881 mientras que de Augurio no se tiene ni fecha de fallecimiento ya que su pista se pierde por completo a partir de 1889.

Así pues, Walter Wingfield se llevó la gloria, estando su busto por decenas de clubs en Inglaterra y llegando a entrar en el Salón de la Fama del tenis en el año 1997 como creador del tenis moderno. Sin demeritar lo logrado por Wingfield, no hay que quitar valor a lo que hizo el español Juan Bautista Augurio Perera y es que fue su cabeza la mente pionera que ideó este magnífico deporte que tantas leyendas ha creado a lo largo de la historia y que tanto disfrutamos hoy día.