SÍDNEY -- Punto final para la semana que marcó el regreso de Juan Martín del Potro. El argentino no pudo con el kazajo Mihkail Kukushkin (66°) y cayó por 7-6 (5) y 7-5 (3) en cuartos de final de Sídney. Más allá de la derrota y su buena semana, una pequeña alarma: el argentino abusó de su revés con slice, como previo a su lesión. Va de a poco. Además, Leonardo Mayer (28°) volvió a firmar una muy buena victoria ante Julien Benneteau (27°) y por primera vez desde 2009 disputará una semifinal ATP sobre hard.
Con el correr de las acciones y el calor en el cuerpo los síntomas negativos parecieron ir quedando de lado, por lo menos así lo fueron reflejando sus impactos. Sin embargo la tónica del partido era la misma: el dominio era de quién estuviese al servicio. Así, hasta el desempate.
Con el 6-6 en el marcador, idas y vueltas. Del Potro tomó el control de la mano de su servicio y una volea fácil afuera tirada por Kukushkin, pero todo se derrumbó en tres pelotas. Y todas con la derecha. Un tiro ganador paralelo ancho, un golpe con el marco y un impacto que se fue largo. Le dio aire al kazajo, quien además, en el 5-5, aprovechó el segundo saque del argentino para quedar set point. No perdonó y logró la primera diferencia en 54 minutos.
Alternando muy pocos reveses planos con sus impactos con slices -algunos bastante flotados-, Del Potro llegó a estar cerca con su devolución en el tercer juego del segundo set. Ahí forzó el primer deuce del partido, pero Kukushkin reaccionó a tiempo y pudo establecer el 2-2. De nuevo contundencia por parte de los sacadores y otra vez la historia se encaminó hacia el tie break.
Del Potro parecía llegar mejor plantado para llevar el juego a un tercer set, pero la grieta se abrió en el 2-2. Otro marco de derecha en un momento clave, un winner de drive que se fue por muy poco y una devolución larga de revés. La distancia, muy grande a favor de Kukushkin, quien accedió al cuadro principal desde la clasificación. El kazajo no dejó pasar su oportunidad y se metió entre los mejores cuatro del ATP de Sídney.
83% de puntos conquistados con el primer saque, 12 aces y cero quiebres en contra, los números de Mayer, que tuvo un oportunismo perfecto en el último rubro: salvó las cuatro chances que el francés se generó en el partido y concretó la única que tuvo, en el primer parcial.
Además, dos hechos marcan dónde está su confianza: en los cuatro encuentros que lleva disputados en 2015, apenas perdió su saque una vez (ante Jerzy Janowicz, aquí mismo, en octavos); y en los tres tiebreaks que le tocó afrontar en Sídney, prevaleció.
Ahora, el argentino irá por la tercera final de su carrera y todo en menos de 12 meses: el año pasado llegó a la definición en Viña del Mar y meses más tarde dio el golpe en Hamburgo, siempre sobre polvo de ladrillo. Como agregado: si sigue avanzando en Sídney volverá al Top 25.
Fuente: espndeportes.com