Apuesta por las renovables
Estas reconversiones forman parte de una meta que Japón se ha tomado muy en serio: cubrir la mayor parte posible de su consumo energético con renovables.
El país asiático se ha propuesto triplicar en 2030 la aportación de la eólica, la hidroeléctrica, la solar y otras fuentes limpias, según un informe que dio a conocer el Gobierno del país el pasado abril. El objetivo es reducir drásticamente la presencia del carbón, el gas y el petróleo (que en 2013 suponían 85,7% del mix, según los datos de la Agencia Internacional de Energía) para reducir las emisiones nocivas y acabar con la dependencia energética de otros países.
Con esa misión en mente, Japón se está centrando en aprovechar todos los recursos de los que dispone gracias a la eólica, la eólica offshore (contará con la mayor turbina de este tipo en Fukushima) o la solar con la esperanza de que entre todas aporten un 13,4-14,4% de la energía que dentro de 15 años necesite el país. Asimismo, se quiere elevar el porcentaje de la hidroeléctrica ( hasta un 8,8-9,2%) y de la nuclear (20-22%).
La década de los 90 llevó a Japón el boom de los campos de golf, los lugares de moda que en EEUU conquistaron a la clase alta y que en el país nipón, unos años después, ayudaron a cientos de adinerados hombres de negocios a cerrar importantes acuerdos para sus empresas entre hoyo y hoyo.
Sin embargo, fueron de las primeras víctimas de la crisis económica y poco a poco perdieron socios, se declararon en quiebra y, finalmente, muchos fueron abandonados.
Hasta hace unos meses jalonaban las ciudades como espectros de la bonanza económica que se instaló en el país, pero ahora algunas empresas están empezando a darles una segunda vida transformándolos en plantas solares.
Una de estas compañías es el fabricante local de paneles solares Kyocera, que ya se ha agenciado dos proyectos: uno en Kagoshima, de 92MW que entrará en funcionamiento en 2018 y podrá abastecer a 30.500 viviendas, y otro en Kioto, de 23MW que a partir de 2017 podrá proporcionar energía a más de 8.000 hogares.
También la firma Pacífico Energy, en colaboración con GE, ha empezado la transformación de un viejo campo de golf de Okoyama en una eficiente planta solar de 32MW que se pondrá en marcha a finales de 2016.
Apuesta por las renovables
Estas reconversiones forman parte de una meta que Japón se ha tomado muy en serio: cubrir la mayor parte posible de su consumo energético con renovables.
El país asiático se ha propuesto triplicar en 2030 la aportación de la eólica, la hidroeléctrica, la solar y otras fuentes limpias, según un informe que dio a conocer el Gobierno del país el pasado abril. El objetivo es reducir drásticamente la presencia del carbón, el gas y el petróleo (que en 2013 suponían 85,7% del mix, según los datos de la Agencia Internacional de Energía) para reducir las emisiones nocivas y acabar con la dependencia energética de otros países.
Con esa misión en mente, Japón se está centrando en aprovechar todos los recursos de los que dispone gracias a la eólica, la eólica offshore (contará con la mayor turbina de este tipo en Fukushima) o la solar con la esperanza de que entre todas aporten un 13,4-14,4% de la energía que dentro de 15 años necesite el país. Asimismo, se quiere elevar el porcentaje de la hidroeléctrica ( hasta un 8,8-9,2%) y de la nuclear (20-22%).