Nadal-Djokovic, el clásico del tenis
El sábado, día del Real Madrid-Barcelona, el gran clásico futbolístico de la Liga española, los fieles al tenis desviarán sus miradas a otro encuentro de altísimos vuelos: Rafael Nadal-Novak Djokovic. Así lo han querido el destino y los números, puesto que el serbio firmó su segunda victoria en la fase del Grupo Stan Smith, contra el checo Tomas Berdych (6-3 y 7-5, en 89 minutos) y se citó con el de Manacor para reeditar el enfrentamiento más repetido en la Era Open: será la 46ª vez que ambos midan sus fuerzas.
Hasta ahora, la historia respalda a Nadal por un margen ínfimo, 23-22, pero este nuevo careo llega en una fase absolutamente dominante del actual número uno. Este año, Nadal y Djokovic se han visto las caras en tres, Montecarlo (doble 6-3), Roland Garros (7-5, 6-3 y 6-1) y Pekín (doble 6-2), y Nole fue superior en todas ellas. Cabe recordar además que el balcánico ha conquistado las tres últimas ediciones de la Copa de Maestros, cetro que se le resiste a Nadal. Por otro lado, mientras, Roger-Federer, se cruzará con el ganador del pulso entre el escocés Andy Murray y Stanislas Wawrinka (21.00, Canal+ Deportes2).
A Djokovic le valía incluso con caer en tres sets contra Berdych, algo que no le convenía, por eso de ratificar una vez más su estatus del emperador actual del circuito. Así que optó por la vía directa, por la de la victoria, y por la vía de la contención, porque antes de hacer las maletas Berdych quiso dejar una actuación muy meritoria contra El Djoker Nole. Este no llegó a estar cómodo ni a plasmar su juego de pleno, ya que el checo cargó el brazo y potenció la obtención de puntos con primeros servicios hasta el 71%.
Lanzó una ofensiva total, con todo. Pegó y pegó (26 ganadores, por los solo 10 de su rival) y merodeó la red muy a menudo (12/16, frente a un 8/11 desde el otro lado), pero su riesgo se tradujo también en la multiplicación de errores (31... y 16 de Djokovic). A base de sangre fría y capear el temporal, el número uno alcanzó las semifinales, un nuevo fuego abierto con Nadal.