Un juez del distrito norte de California desestimó el martes la multimillonaria denuncia colectiva interpuesta por 82 caddies contra el PGA Tour en la que reclamaban una compensación económica por lucir en su ropa los logotipos de los patrocinadores del circuito, que hasta ahora han portado sin recibir ninguna remuneración.
Los 82 caddies, a los que posteriormente se sumaron otros 86, exigían 50 millones de dólares por haberse visto obligados a portar en su peto los logos de los patrocinadores del circuito. Los caddies puede llevar la publicidad que quieran en la gorra, pero en el peto deben lucir la del patrocinador del torneo en el que están participando. No hacerlo conlleva una multa de hasta 750 dólares por vuelta.
El juez ha desestimado la demanda argumentando que los petos forman parte del trabajo de los caddies desde hace décadas y que, por tanto, todos conocían esta circunstancia cuando entraron en la profesión. "El peto es una parte esencial del uniforme del caddie y el contrato que éste firma con el circuito especifica que vestirán el peto que el Tour les proporcione", dice el auto del magistrado.
El juez, eso sí, deja abierta una puerta a la esperanza de los caddies al reconocer que "la queja global de los caddies sobre el maltrato que reciben por parte del Tour sí tiene fundamento pero no en la cuestión concreta de los petos", que de momento tendrán que seguir luciendo.