El regreso de Tiger Woods podría ser cuestión de semanas. Según publica la revista estadounidense Golfweek, el exnúmero 1 del mundo se ha inscrito para disputar el US Open, que tendrá lugar en el Oakmont County Club, en Pensivania, la segunda semana de junio.
Woods, que actualmente ocupa el número 499 del mundo, tiene invitación para disputar el US Open hasta 2019 merced al triunfo que cosechó en Torrey Pines en 2008. Estar inscrito no le obliga a jugar, pero los notables progresos del estadounidense durante las últimas semanas invitan al optimismo. De hecho, los medios estadounidenses barajan dos fechas para su regreso: el Wells Fargo, que se disputará en Charlotte entre el 5 y el 8 de mayo, o el Memorial, que tendrá lugar el primer fin de semana de junio en Ohio, donde ha ganado en cinco de sus 15 participaciones.
Por el momento, ni el jugador ni nadie de su entorno ha dado dato alguno sobre su reaparición. La versión oficial es que su regreso a los campos no tiene fecha, pero la PGA sí ha confirmado su inscripción en el US Open.
Tiger Woods, de 40 años, lleva sin jugar un torneo oficial desde el pasado mes de septiembre, cuando se sometió a una operación en la espalda que requirió una segunda intervención en octubre. En los últimos meses ha habido mucha especulación sobre el estado de salud del ganador de 14 grandes, siempre reacio a pronunciarse públicamente. Se llegó a especular con la posibilidad de su retirada definitiva.
Sin embargo, en las últimas semanas se habían sucedido las noticias que apuntaban a una próxima reaparición. Primero colgó un vídeo blandiendo un hierro en un simulador. Después concedió una entrevista explicando que lo peor había pasado y que volvía a ser capaz de jugar sin dolor. Hasta que la semana, por primera vez desde septiembre, se le pudo ver golpeando el driver durante un cliniccon jóvenes jugadores en Carolina del Sur.
"Estoy muy contento con cómo estoy progresando hasta ahora, pero aún no hay calendario para mi regreso", aseguró entonces.