El director de Roland Garros, Guy Forget, insistió este lunes en la necesidad de que la pista central del torneo parisino esté cubierta, tras dos días de lluvia que han obligado a aplazar muchos partidos, y después de que protestas vecinales estén retrasando el proyecto.

"Quizá estéis un poco aburridos por la lluvia, por eso sería bueno tener un techo en la pista Philippe Chatrier" dijo el extenista nada más sentarse ante los periodistas en conferencia de prensa, dejando claras sus intenciones.

"Es una cuestión de respeto para el público, para los medios, más de mil aquí, para los aficionados que están sentados delante del televisor", trató de justificar Forget, nombrado en febrero pasado.

El director del torneo recordó que los otros tres Grand Slams (Wimbledon, US Open y Abierto de Australia) ya tienen al menos una pista cubierta. "Aquí se espera desde hace un año... y tendremos que esperar hasta 2020".

La Federación Francesa de Tenis (FFT) lleva varios años tratando de luchar para sacar adelante un proyecto de ampliación del complejo de Roland Garros, ubicado al sudeste de la capital gala, que incluye la construcción de una pista cubierta con capacidad para 5.000 espectadores.

Pero el proyecto está paralizado por los tribunales por los recursos presentados por asociaciones de vecinos y de defensa del patrimonio, que se oponen a que esa nueva pista esté construida en el actual Jardín des Serres d'Auteuil, un sitio natural e histórico doblemente protegido.

"Estamos convencidos de que saldrá adelante. Es una cuestión de tiempo", relativizó Forget.

La lluvia ha perturbado el inicio de la presente edición de Roland Garros. El domingo, en la jornada inaugural, solo pudieron acabarse 10 de los 32 encuentros programados y este lunes, después de iniciarse los encuentros con más de dos horas y media de retraso, ya se anunció la anulación de los partidos programados en el 5º turno.

Esto afecta, por ejemplo, a la española Carla Suárez (N.12) y al uruguayo Pablo Cuevas (N.25), que tenían que jugar frente a la checa Katerina Siniakova y al alemán Tobias Kamke, respectivamente.