En su primera ronda como profesional lidera provisionalmente el Quicken Loans National al firmar una espectacular primera tarjeta de 64 golpes
Entregar una tarjeta de 64 golpes, siete menos en el día y libre de bogeys, en una primera ronda del Quicken Loans National, torneo del calendario regular del PGA Tour apadrinado por Tiger Woods, en un escenarioprestigioso como el Congressional Country Club, ya es en sí mismo un hecho destacable y digno de celebración.
Hacerlo en tu primera ronda como profesional y para liderar provisionalmente el torneo, que es exactamente lo que ha hecho Jon Rahm(-7), es ya una realidad memorable, histórica, ocurra lo que ocurra de aquí al domingo.
El joven de Barrika no debía estar muy nervioso en el tee del 10, por donde comenzaba su cabalgada, y mucho menos después, si nos atenemos a los números: cogió once calles, casi el ochenta por ciento, y catorce greenes enregulación, sumando un total de 25 putts y dando una exhibición en las ocasiones puntuales en que le tocó recuperar. Todavía dispuso de una magnífica ocasión en el 9, par 5, su último hoyo, para llevar la ventaja más allá y firmar un espeluznante 63, pateando para birdie desde tres metros, pero la bola esta vez sólo lamía el borde. En fin, antes de tirar ese putt postrero las campanas ya andaban repicando como locas...
Soberbio despliegue
Hizo los birdies, hasta siete, de todas las formas y maneras. Enchufando algún puro sobresaliente, como uno de diez metros en el hoyo 5; llevándola de dos en los pares 5 al green o a sus inmediaciones; dejándola dada desde 165 metros, como en el 14, o muy cerca, como ocurriera en los hoyos 1 y 8. Los greenes andaban algo más sencillos de lo habitual, tiernos por la lluvia, pero seamos francos: difícilmente puede y debe explicarse semejante despliegue con un simple parte meteorológico.
Cualquiera que conozca de refilón el deporte de los catorce palos entiende que una gran jornada no asegura casi nada. Pero no pongamos esta vez puertas a la euforia. No. Sólo acomodémonos y aguardemos impacientes a ver cuántos sueños más es capaz de hacer realidad este formidable jugador.