Tiger Woods y Rory McIlroy, dos de las figuras más reconocidas del golf mundial, tendrán que buscarse otra marca de palos con la que jugar (y cobrar por hacerlo, claro). Nike, la marca que usan desde 2002 y 2013, respectivamente, ha anunciado que abandonará progresivamente la fabricación de palos, bolas y bolsas para centrarse en ropa y calzado, según anunció el miércoles Trevor Edwards, presidente de la compañía.
El golf generó a la firma estadounidense unos beneficios de más de 700 millones de dólares el año pasado, muy por debajo de los cinco mil millones que le dejó el sector del running. En todo caso, seguirá apostando por el patrocinio de golfistas tanto en categoría masculina como femenina.
Nike sigue así los pasos de uno de sus principales competidores, Adidas, que hace unos meses anunció su decisión de vender TaylorMade, su marca de equipamiento de golf, para centrarse en la fabricación de calzado.