A pesar de llevar un verano cargadísimo de partidos, la gran mayoría saldados con victorias, combustible incomparable para seguir compitiendo, el escocés Andy Murray jugó los tres partidos de la serie deCopa Davis que Gran Bretaña disputó, con derrota final, ante la Argentina de Orsanic, Del Potro, Pella y Mayer. Con síntomas de cansancio y algunos dolores en varios momentos de la eliminatoria, el número 2 del mundo admitió necesitar un descanso de inmediato.
Los avisos recibidos por su físico durante el fin de semana han hecho ver al británico que parar es obligatorio. "He jugado mucho tenis en los últimos meses, necesito un descanso y lo necesito ahora", exclamó Andy a 'The Times'. Tras completar una primavera y un verano sin apenas una derrota prematura que diera respiro a sus piernas, esta serie ha desencadenado la decisión, necesaria para afrontar el último tramo del año.
"Sabía que iba a sentir algo de dolor en este fin de semana y hablé con mi equipo sobre que sería muy duro afrontar el fin de semana. Pero mis expectativas eran algo mejores de lo que estoy sintiendo ahora". La fatiga fue un factor a manejar durante toda la serie, con amagos de lesión muscular en su duelo ante Pella, con parón médico de ocho minutos en mitad del tercer set.
"Nunca he tenido lesiones musculares antes. Fue preocupante para mí y por suerte me las arreglé para cerrar en tres sets". El británico, de cualquier modo, y si respeta su calendario programado, tendrá más de una semana de descanso. El próximo 3 de octubre arranca el ATP 500 de Pekín, parada previa del Masters 1000 de Shanghai, torneos asiáticos que disputará Murray el próximo mes.