Magnus Norman se ha hecho ya un hueco en la historia del tenis moderno gracias a su papel como entrenador de Robin Soderling y Stan Wawrinka. Con el primero pisó dos finales de Roland Garros, con el segundo levantó tres Grand Slams. Papel asombroso al tratarse de dos hombre de segunda línea que luchaban por mantenerse, incluso alcanzar, el top20. Lo que muchos no recuerdan es que el sueco en su día también fue jugador. Y no era malo. Llegó a colocarse Nº2 del mundo y capturó 12 títulos individuales. Hoy, ya con 40 años, Norman recuerda esta etapa, aunque sin demasiado cariño.
“Mi mejor clasificación fue el número dos en el mundo. Supongo que debería estar orgulloso de eso, pero no puedo evitar sentirme decepcionado. Realmente no quiero que esto suene mal, que parezca arrogante o irrespetuoso de alguna manera, pero realmente no estoy 100% satisfecho con la carrera que tuve, en general”, sorprende Norman en unas declaraciones para Real life tennis.
“Yo sentía que debía aspirar a mucho más, tanto mi cuerpo como mi cabeza confiaban en llegar a ser número uno en el mundo, incluso estuve a punto de ganar un Grand Slam. Al final fallé en las dos cosas. Entonces me lesioné por primera vez, en la cadera, cuando era el número cuatro en el mundo, y ya nunca más regresé al lugar donde yo quería estar. Después de la cirugías fue muy doloroso para mí tener que terminar mi carrera a los 26 años de edad”, recuerda el nórdico.
"El hecho de que no me sienta satisfecho con mi propia carrera tal vez me haya dejado con ese deseo y la motivación para seguir estando aquí ayudando a otros jugadores y compartir sus sueños. Sinceramente, también siento que mi personalidad se adapta mejor siendo entrenador que como jugador. Me encantaba competir y la formación diaria, pero realmente nunca me gustó o nunca estuve cómodo delante de las cámaras y todas esas otras cosas que llegan con el éxito” confiesa el que fuera subcampeón de Roland Garros en el año 2000. “Tengo infinita admiración por jugadores como Federer, Djokovic, Nadal o Serena, ellos han sido el centro de atención durante décadas y todavía son capaces de mantener el nivel durante mucho tiempo”.
‘Algunas personas sueñan con éxito, mientras que otras personas se despiertan y trabajan duro en ello’. Una frase tan real como especial. “Ésta es mi cita favorita desde que tenía 13 años de edad, de alguna manera se me quedó grabada. Es algo muy sencillo de decirle a la gente para instarle a hacer ciertas cosas, pero cuando se trata de hacerlo realmente, no muchos están dispuestos a desarrollar el trabajo. Esto no solo se aplica en el deporte, también es conmutable a los negocios o en la vida privada. Honestamente, tengo el más profundo respeto a todos los entrenadores que están dando su vida diariamente por otras personas”, subraya el actual entrenador de Stan Wawrinka.