La celebración del equipo estadounidense de la Ryder Cup dejó muchas imágenes curiosas. Los estadounidenses se dieron un baño de champán y cerveza y la fiesta se convirtió en una exhibición de amor entre los jugadores y sus parejas. Para todos, menos para Rickie Fowler. La joven estrella, un jugador que ha revolucionado la estética del golf por su particular estilo y que es seguramente el que más tirón tiene entre las jóvenes, no tenía quien le besara, tal y como captó esta fotografía que enseguida corrió como la pólvora por las redes sociales suscitando comentarios para todos los gustos.
Fuente : La Marca
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