A punto de finalizar la temporada para él con la disputa del Masters 1000 de Paris-Bercy, Grigor Dimitrov hace balance para TennisTV de su relación con Vallverdú, de sus objetivos de cara a 2017 y de la madurez que va adquiriendo en el circuito y en la vida. El búlgaro es ambicioso y sueña con ganar un grande y, por qué no, ser algún día número 1 del mundo.
Dani Vallverdú, su actual coach, ha logrado crear un punto de partida desde el que crecer. Dimitrov valora así el trabajo que vienen realizando juntos. "Sí, creo que es muy importante encontrar el equilibrio entre jugador y entrenador. Creo que empezamos de un día para otro, fue un movimiento muy rápido para los dos, teniendo en cuenta que todavía él estaba haciendo algunas pruebas con otros tenistas. Creo que hemos encontrado un ritmo más o menos inmediato. Pero como ya he dicho todavía queda mucho para llegar a conocer el uno del otro. Trabajar y encontrar incluso un mejor equilibrio y empezar a ganar partidos aún más grandes y, por supuesto torneos más grandes".
"Es uno de esos tipos a los que le gusta trabajar. Su ética de trabajo es absolutamente excepcional. Incluso después de partidos difíciles y exigentes volvíamos a la cancha para seguir trabajando en las cosas que podríamos haber hecho mejor durante los torneos. Los pequeños detalles terminan por hacer la diferencia en el largo plazo".
De cara a 2017, el búlgaro, temporada en la que cumplirá 26 años, se fija entrar entre los ocho mejores del mundo. "El año que viene el objetivo es clasificarnos para el Masters de Londres. Es un sueño para mí llegar allí, a las World Tour Finals. Hace un par de años no me clasifiqué por una sola plaza y me quedé muy triste por ello. Yo siempre quería ser capaz de jugar allí y ser parte de ella porque siento que lo merezco. Ya sabes, como "¿por qué no yo?" Así que creo que es más o menos el objetivo más importante para mí. Si me mantengo sano y seguimos trabajando a este nivel, todo puede suceder".
Preguntado recientemente por el jugador que más le inspira, el de Haskovo resalta todas las cualidades por las que se decanta por Rafa Nadal. "Creo que hay una gran cantidad de jugadores que me pueden servir de inspiración. Obviamente Andy, por ejemplo, ha estado jugando un tenis tremendo últimamente. Por supuesto también Novak pero la razón por la que dije Rafa es porque me siento realmente identificado con él. Su crecimiento como jugador, su espíritu de lucha, por eso digo que Rafa es una inspiración. Es como si llevara un boxeador dentro. Fuera del tenis tengo otras cosas que me inspiran pero en cuanto a tenis, observando su fortaleza mental y su ética de trabajo, Rafa es simplemente increíble. Se le puede enviar a la guerra en cualquier momento, cualquier día".
Para escapar de la rutina, Dimitrov pasa por ser uno de los jugadores más activos fuera de las pistas. "Creo que el tenis me lo dio todo en la vida. Todo. Los contactos, las personas, la vida que quería, la vida que me imaginaba. Tengo la suerte de jugar en el circuito y me siento como, wow. Sigo adelante y suelo encontrar algo nuevo cada año, lo que me hace súper feliz y me hace la vida más fácil. No es fácil viajar 22-24 semanas al año y no dejar de hacer las mismas cosas. La rehabilitación, los estiramientos, los oponentes. Tienes que luchar con esto todos los días así que creo que es bueno tener una ventana desde la que puedas respirar porque al final el tenis no es todo en la vida. Es un período de la vida. Es como un capítulo".
Por último, su capacidad para trascender deportivamente. Grigor es optimista con su futuro y no se pone techo. Sus sueños, realizables."Bueno, un Grand Slam siempre ha estado en mi mente. Incluso en mis sueños, claro. Creo que una vez ganas un Grand Slam, ya eres otro jugador. A menudo me hago la pregunta: "¿Por qué no puedo hacerlo?". Creo que soy capaz de hacerlo. Trabajo tanto como el que más, pero todavía no lo he conseguido. Creo que sin duda puedo hacerlo y también ser número 1. ¿Por qué no?".