Tiene la autoridad y el bagaje suficientes como para dar su opinión sobre cualquier aspecto relacionado con el deporte. Serena Williams es una leyenda viva del tenis y se erige en uno de los baluartes por el empoderamiento de la mujer y la lucha contra el racismo. La de Michigan no se muerde la lengua a la hora de reivindicar los derechos de la comunidad afroamericana y las lamentables situaciones que se dan en el mundo y evitan la igualdad de géneros.
A pocas semanas de comenzar la temporada, Serena se encuentra en Estados Unidos entrenando duro y acudiendo a diversos actos sociales, publicitarios y caritativos. En una entrevista concedida al programa "The Undefeated in Depth" y recogida por el diario UK Complex, en el que es entrevistada por el rapero Common, la menor de las hermanas Williams repasó algunos de los momentos más importantes de su carrera y ofreció interesantes datos sobre la educación recibida por su padre dentro y fuera de la pista, así como de sus miedos.
"Cuando jugaba de pequeña, era la única negra jugando al tenis pero eso no me hacía sentir incómoda", señaló una Serena muy comprometida por la lucha contra el racismo que recuerda con hastío un episodio en el que un joven le llamaba "negrata" en muchas ocasiones. Aunque si hubo un episodio que marcó muy mucho a las hermanas Williams y a punto estuvieron de hacer que su relación con una parte de la afición estadounidense se rompiera, fueron los abucheos recibidos por ambas en Indian Wells 2001.
Después de que Venus se retirara en semifinales y el público entendiera que era una decisión premeditada y dictada por su padre, Richard Williams, se dio una situación inverosímil en la final que disputó Serena, con abucheos por parte del público. "Sentimos un trasfondo de racismo en esos abucheos, nos sentimos muy solas", dijo la menor de las Williams, que boicotearon el evento durante 14 años, sin volver a competir hasta su reaparición en 2015.
"Mi padre me enseñó lo importante que es conocer la historia, conocer mi pasado para poder tener un buen futuro", señaló emocionada la ganadora de 22 Grand Slams antes de afirmar que si fuera madre, no podría evitar sentir miedo por la seguridad de su hijo, después de los numerosos episodios de "asesinatos indiscriminados de la policía contra jóvenes negros", llegando al punto de reconocer que prefiere "ser madre de una niña" para evitar este sentimiento. "Temo por la seguridad de mi sobrino, de 18 años. Esta situación es una vergüenza", reconoció indignada la leyenda de la raqueta.
"Estoy segura de que si fuera un hombre, sería considerada la mejor deportista de todos los tiempos desde hace seis o siete años", sentenció Serena tras la pregunta de Common sobre si sentía machismo en el deporte de élite. Al hilo de esto, se refirió también a la controversia generada por su cuerpo a lo largo de los años reconociendo sufrir problemas de "autoestima", porque "mi cuerpo es muy diferente al de muchas chicas y no sigue los cánones de belleza actuales, marcados por una gran delgadez". Sin embargo, se mostró contenta consigo misma ya en la madurez, reconociendo su anatomía como una parte vital en su carrera tenística. "Mi cuerpo me ha permitido jugar como juego y ser lo que soy. No pretendo gustar a todo el mundo".
Además, cuestionada por los miedos que pueden apaciguar a la fiera que lleva dentro, Serena dijo que a pesar de todos sus logros en la pista, cada vez que salta a disputar un partido siente "nervios". También desveló dos cosas que la atemorizan pero que no parece que puedan servir a sus rivales para mermar su rendimiento como son "las ranas y las alturas". Una gran campeona humanizada y comprometida con la sociedad.