Todo lo que necesitaba Roger Federer de su primera toma de contacto en la Copa Hopman lo ha obtenido. El suizo aterrizó ayer en Melbourne, donde entrenará durante más de una semana para continuar aclimatando el físico a las particulares condiciones climáticas, con sensaciones muy positivas a nivel físico y, sobre todo, a nivel tenístico. En una entrevista concedida desde Perth al medio suizo Bluewin, el helvético valora el eterno debate de su retirada, el dopaje, y el calendario que se ha propuesto, condicionado por la respuesta de su rodilla.
El suizo reconoció tener un calendario en su mente, todavía por confirmar a causa de cómo responda su físico en los cuatro primeros torneos oficiales -Australian Open, Dubai, Indian Wells y Miami-. "Ahora ya soy más cauteloso. Sé la edad que tengo y no puedo mirar hacia Tokyo 2020. Por el momento, planeó ir a Miami en abril. Después de eso, por supuesto, tengo una idea de qué torneos quiero jugar, pero sólo si las cosas van bien en las próximas semanas y meses".
La retirada viene siendo pregunta recurrente en el último año del suizo, tras una cirugía y un periodo de baja prolongada. No obstante, Federer ya contestó esta pregunta muchísimos años antes. "Ya fue bastante difícil que me lo preguntaran en 2009. No sé cuántas veces debo responder a esta pregunta. No sé la respuesta. En cierto modo, sería más fácil si ya supiera exactamente cuándo acabaría todo. Lo dejaré estar y llegará cuando yo sienta que es así".
Por último fue nuevamente muy incisivo y contundente en materia de dopaje, una de las cuestiones que más sombrean al tenis como deporte. "Si alguien da positivo, que sea castigado inmediatamente y que se acabe todo ahí para él. El deporte no es tan dependiente de una estrella como para que no se le pueda dejar caer. Además, el tenis sigue y seguirá siendo un juego, algo intuitivo; se puede prescindir del dopaje".
Fuente http://www.puntodebreak.com/