Muchas son las entrevistas que está concediendo Roger Federer en el último tramo de pretemporada y estas primeras semanas de competición. Esta vez, el helvético ha charlado con uno de sus patrocinadores, 'Credit Suisse', en una conversación en la que destaca cómo se recupera de las derrotas, cómo ha variado su manera de afrontar tácticamente los encuentros y qué ha hecho para llegar hasta aquí, a sus 35 años, sin apenas desgaste.
Federer lanza de entrada el principal objetivo deportivo por el que juega, más allá del disfrute que aún le genera la competición. "Me gusta hacer lo que estoy haciendo, y sé que no va a durar para siempre. En algún momento, por supuesto, me retiraré, y entonces no voy a jugar al tenis profesional nunca más, por lo que quiero aprovechar al máximo y disfrutar de ello mientras pueda. Mi objetivo sigue siendo ganar a los mejores, ganar los torneos más grandes, y si no puedo hacer eso, entonces será cuestión de ver si continuaré. Pero estoy cerca de los mejores y disfrutando mucho como para dejarlo ahora. ¿Todavía quiero jugar? Mi respuesta es un sí definitivo".
Para explicar el porqué sigue entre los mejores y cómo ha durado tanto tiempo arriba, Roger argumenta lo siguiente. "Mi estilo de juego es una de las principales razones. Yo juego a un gran nivel de intensidad y desgaste pero probablemente a un desgaste menor que algunos de los mejores jugadores. Imprimo menos tensión en mi cuerpo y en mi mente. También soy jugador de una generación que comenzó a cuidarse en el inicio de su carrera. Me entreno no sólo para ser más fuerte y jugar mejor, sino para evitar lesiones. Cuando entré en el circuito profesional a finales de 1990, la idea de tener un masajista, un fisioterapeuta y un preparador físico era muy novedosa. Hoy en día, yo y casi todos los mejores jugadores tienen grandes equipos".
Federer señala a las derrotas como las que ayudan al jugador, al menos a él, a la hora de obtener experiencia y ser positivo incluso en ella. "Aprendo más de las derrotas que de las victorias. Siempre hay algo que piensas que podrías haber hecho de forma diferente y en otras, simplemente, el rival es mejor. De cualquier modo siempre es positivo quedarse con algo de la derrota, por pequeña sea. Ser positivo es importante".
"Eso ha cambiado con el tiempo", responde Federer cuando explica cómo afronta los partidos y en dónde invierte más energías. "En mis primeros años me centré más en lo que debería hacer, no tanto en lo que los rivales podían hacer. Luego tuve un periodo en el que me centré más en los rivales. Ahora diría que me centro en ambas cosas".