El madrileño Fernando Verdasco atendió a la prensa en el Open de Australia tras perder en primera ronda ante Novak Djokovic y se mostró muy enfadado con la pista de la Rod Laver Arena, la central del torneo. Fer no se cortó la lengua y dijo todo lo que pensaba, tal y como han recogido en MD.
"Esta pista, para ser la central del Open de Australia es una locura como está. Parece una pista de moqueta de los años 80. Es increíble", comenzó diciendo enfadado. "Había bolas que venían llovidas sin ninguna intención, y de repente, pegaban una patinada que no era normal. Les daba con la caña y pocas veces he dado tantas cañas de derecha en un partido", agregaba el madrileño, que ya durante el partido se quejó en alto dirigiéndose a su banquillo de que la pelota se movía demasiado al botar.
"Con una pista así, no se puede hacer nada. Es normal que de esta manera, Djokovic y Murray ganen 25 Grand Slams entre los dos porque esta pista es perfecta para su estilo", continuaba con sus quejas. "Ellos pueden jugar súper plano, te meten presión restando a los pies así que o metes un saque a 210 cerca de la línea o te llega una pelota que te tienes que quitar de encima y a la siguiente te la ganan. A ritmo, es imposible ganarles", admitía.
Además de la pista, Verdasco también cargó contra las pelotas del torneo. "La bola parece que esté muy pinchada. No bota apenas. Quizá al mediodía, a 32 grados sí, pero por la noche, nada", afirmaba. "Lo normal es que estos jugadores me ganen 10 veces de 10, o 9 veces de 10, porque son mucho mejores que yo, pero es que aparte la pista y la pelota le favorecen. La bola es pesada y les corre mucho. A otros como Nadal o yo, que nos dejamos el alma en cada golpe, la pelota no nos corre tanto", aseguraba Fer, comentando que este tipo de pistas tampoco favorecen al juego de Rafa. "Yo, para hacer un ganador, tengo que golpear la bola a 200 y dejarme ahí el brazo", reconocía.
Para concluir, Verdasco volvía a la carga contra las condiciones de la pista. "Si aparte de jugar contra uno de los mejores de la historia, las condiciones le favorecen, lo normal es que me gane 6-1 6-2, y ya le he hecho un 7-6 pero jugando bastante bien, si no, me pega otro 6-2 o 6-3", sentenció el español, que admitió que quejarse a la organización "no serviría de nada".