Denis Istomin consumó la gran sorpresa del Open de Australia y abrió nuevamente la grieta de las dudas por las que atravesó Novak Djokovic en la segunda mitad de 2016. El serbio cayó derrotado en cinco mangas, después de salvar numerosas situaciones comprometidas sin fruto. El jugador uzbeko sacó a relucir su mejor tenis en el tie break del cuarto y el principio del quinto para dar forma a su gran triunfo.
Un primer juego de 13 minutos y un primer set de 85 sirven de preámbulo para un encuentro sin dueño claro a pesar del evidente favoritismo del número 2 del mundo. Es un partido extraño visto con perspectiva, cuyo arranque pone a Istomin en el camino correcto para competir. En el tercer turno de la Rod Laver Arena, el tenista uzbeko no sólo aguanta un choque jugado a ritmo, sino que da muestras de ser capaz de forzar y buscar, de indagar en el momento actual de Djokovic. De tú a tú, Denis responde en voz alta hasta el tie break, allí donde las fuerzas no sólo se distancian sino que se estrechan para colocar al defensor del título un set abajo.
La historia toma un color aún más intenso y sorprendente cuando las nubes no se despejan y los golpes del balcánico destacan por su intermitencia. Las piernas de su oponente están de dulce a pesar de su irregular movilidad, de pasos lentos en los contrapiés. Sin demasiada facilidad para diferenciarse desde el resto, Novak no está cómodo, opaco en su idea y planteamiento de partido. Así, se sitúa 6-7 4-5 y 15-40 con su servicio, al borde del precipicio. En ese preciso momento, el de Belgrado tira de memoria y jerarquía para colocar un ace, jugar cuatro puntos impolutos, romper el servicio a continuación y enderezar el choque, como si él mismo predijera que cada vez que queda comprometido y logra deshacer el posible entuerto, la rampa cambia de dirección.
Momentáneamente así sucede. Después de un break y un contrabreak, Djokovic firma un parcial de juegos más regulares y estables y acelera con otra rotura hacia la ventaja en el marcador. Istomin acusa el golpe no efectuado en el segundo parcial y deja de atacar y proponer, dando dos pasos atrás. El partido pasa a ser más claro que oscuro en el banquillo del favorito y seis veces campeón, que se coloca dos sets a uno, creando un partido aparentemente favorable. Sin brillo pero con su habitual capacidad para maniobrar dificultades, costumbre virtuosa de los grandes cracks, el cuarto set sorprende porque no parece proceder.
Y es que el encuentro vuelve a tensarse cuando Istomin rompe al balcánico, pone un 3-0 y posterior 4-1 que tampoco termina de inquietar a Nole, que recupera rápidamente el terreno cuando el tanteo se encaminaba a un quinto parcial. Tras varios turnos de saque bien defendidos por ambos, con 5-4 para el uzbeko y servicio para Novak, las dudas y un smash muy propio del número 2 abren una nueva puerta a la igualdad, que Novak cierra tras un nuevo set point en contra que Denis estrella en la red. Con todo por decidirse en la muerte súbita, la intensidad es absoluta e Istomin decide actuar, tirando la mano a destajo, sin esperar a que el punto se vaya a más tiros. Y le funciona. Fuerza y obtiene recompensa, haciendo entrar en ebullición la pista con un ace para cerrar. Turno del set decisivo.
El uzbeko, sin aparente presión en sus piernas y su tenis, rompe el saque de Nole en el quinto juego a la par que lo celebra con una rabia significativa. Es un aviso de lo que termina sucediendo, subiendo su nivel al servicio y colocándose 5-4 y saque para cerrar una de las más grandes victorias de su carrera. Sin margen para el error, Djokovic se despide del torneo sin una última bala, abriendo la parte baja del cuadro. Serio revés para el número 2 del mundo.
Fuente: http://www.puntodebreak.com/2017/01/19/istomin-apea-campeon-djokovic