Durante la última semana, Jack Nicklaus ha publicado dos mensajes en Twitter. En el primero incluye una fotografía suya con Roger Federer, al que felicita por ganar el Abierto de Australia. El segundo también lleva una imagen. La de Jon Rahm, que recibe de Nicklaus el premio que lleva su nombre y que distingue al mejor golfista universitario del año 2016. "Un joven talento con mucha clase", escribe el golfista más laureado de la historia. La felicitación de Nicklaus ilustra la trascendencia de lo logrado por el joven golfista español en el Farmers Insurance, torneo en el que estamparon su firma figuras como Tiger Woods, Bubba Watson, Tom Watson, Gary Player, Chema Olazábal o el propio Nicklaus.
Great to see last year's Jack Nicklaus Award winner John Rahm become a first-time winner on the PGA TOUR. Classy young talent.
Haber ganado un evento del PGA Tour, el circuito más prestigioso del mundo, coloca al joven vasco en un selecto club que sólo integraban tres españoles: Seve Ballesteros (nueve triunfos, cinco en torneos del Grand Slam), Chema Olazábal (seis triunfos, dos majors) y Sergio García (nueve victorias).
Seve y Sergio lo lograron más jóvenes, pero ninguno en su año de debut. A diferencia de ellos, Rahm no se hizo profesional hasta acabar la carrera. Se lo había prometido a sus padres antes de partir a la Universidad de Arizona State, que por primera vez ofreció una beca a un jugador sin verlo jugar.
Así de buenos eran los informes, explicaba recientemente Tim Mickelson, el hombre que le reclutó y que cuatro años después dejó su carrera de entrenador para convertirse en su manager. Por el camino llegó a empezar un informe pidiendo a la universidad que le buscara sustituto. No aprendía el idioma y no se integraba. Hoy su inglés es perfecto, gracias entre otras cosas a las canciones de Eminem y Kendrick Lamar, según reveló ayer. "Me gustaría que mi triunfo sirviera para que los jóvenes se den cuenta de que hay tiempo para todo, no hay que tener prisa", explicaba, sosegado, a la conclusión.
Rahm rechazó ofertas mareantes, pues hace mucho que se sabe que tiene potencial para ganar. De hecho, estuvo a punto de lograrlo hace dos años en el Phoenix Open siendo aún amateur. "No me ha sorprendido nada su triunfo. He jugado con él un par de veces y nunca le he ganado. Es uno de los mejores del mundo, no tiene debilidades", admitía ayer Phil Mickelson, el último en ganar en el circuito como amateur.
Lo que quizá ni Mickelson podía presagiar es la forma en la que ganó -digna de un Oscar, según el USA Today-, remontando tres golpes y con dos eagles en los segundos nueve, el segundo tras un putt estratosférico que figurará entre los mejores golpes del año y con el que Rahm ha dejado claro que no es un ganador cualquiera.
Fuente: http://www.marca.com/golf/2017/01/31/5890644e46163f92038b456d.html