Finales de 2015. Roger Federer anuncia a Ivan Ljubicic como su nuevo entrenador después de que se terminara su periplo con Stefan Edberg. Muchos se llevaron las manos a la cara, pensando en que el croata poco podría hacer para mejorar el juego del suizo y le veían bastante peor entrenador que el sueco. El año pasado poco pudimos ver del trabajo de ambos, pero en este 2017 se han recogido los frutos del trabajo de Ljubicic y es que el croata tiene muchísima parte de culpa de la gran mejora que estamos viendo de Roger.
Muchos se preguntaban qué sería capaz de aportar Ljubo a Federer. Ivan venía de entrenar a Milos Raonic y hay que recordar que mejoró mucho el aspecto mental del tenista canadiense, al que enseñó a jugar más calmado ayudado además por el trabajo de un psicólogo. También analizó su juego, y potenció aquello en lo que él era bueno: su saque y su derecha. A su llegada al equipo de Federer, él tenía claro dónde debían comenzar a trabajar y aunque el año pasado apenas pudo poner en práctica las ideas que tenían por los problemas físicos del helvético, ese parón de 6 meses era el tiempo perfecto para ponerse a trabajar en los aspectos que Ivan consideraba claves.
Porque el croata le anima a ser todavía más ofensivo y vuelve a dar una vuelta de tuerca a ese juego de ataque que ya le propuso Edberg hace un par de años. Roger intenta coger ahora la pelota cuando está subiendo, sobre todo en el lado del revés. Es una manera de evitar que la bola pique y alcance una altura donde le cuesta más tirar el golpe. Para ello, ha adelantado su posición en pista un par de metros. También le pide usar menos el slice y tirar más su revés. En una pretemporada normal, hay pocos días para trabajar este juego de ataque, pero teniendo tantos meses por delante como el año pasado, los días de trabajo sobre el revés de Federer fueron los suficientes para perfeccionar un golpe por el que le encontraban normalmente las cosquillas al de Basilea. El revés dejó de ser su punto débil.
Otra de las cosas que Ljubicic ha mejorado de Roger es su fortaleza mental. Hay que recordar lo tenso que jugaba Federer en los últimos tiempos en los partidos importantes. No hay que echar la vista muy atrás para acordarse de aquellas finales ante Novak Djokovic, donde el suizo parecía que jugaba contra otro rival aparte del serbio: su propia cabeza. Él mismo reconocía que en los puntos importantes como break points a favor o en contra, se encontraba muy tenso y eso no le hacía jugar como el resto de puntos. Nole salvó 6 de 7 puntos de break en la final de Wimbledon 2015 y 19 de 24 en la final del US Open de ese mismo año. En lo que llevamos de 2017, Roger convierte más del 40% de puntos de break y salva casi el 70% de las que tiene en contra, mostrando su mejora en este aspecto.
Ahora, Federer juega con un hambre voraz. Cierto que lo hace ayudado por la racha positiva de resultados que acumula, pero era poco habitual en los últimos años verle ganar tantos sets decisivos o remontar resultados que parecían imposibles como esos quintos sets en Australia ante Wawrinka o Nadal, además de cómo está jugando de suelto ante los rivales más complicados en este inicio de año, con especial énfasis en Rafa Nadal y en cómo ha sentado un patrón de juego distinto para contrarrestar las virtudes del español. A tanto ha llegado, que en la pasada final de Miami, Nadal dejó de buscarle tanto el revés y dirigió muchos más golpes a la derecha del ganador de 18 grandes. Y es que precisamente eso era algo que también buscara Roger con Ljubo, ya que el croata había jugado ante esos mismos tenistas cuando fue jugador y podría saber mejor cómo analizar los partidos ante ellos.
Durante el torneo de Indian Wells, Roger Federer señaló a Ivan Ljubicic como uno de los dos culpables de su éxito en este 2017, además de su nueva raqueta. El croata es el hombre del que nadie habla, pero hay que reconocer el mérito que tiene en el gran nivel que está alcanzando el suizo en este inicio de año, donde ya suma tres títulos en cuatro torneos disputados. Desde luego, ha sorprendido a todos y sólo nos queda agradecerle el que nos haya regalado un nuevo Federer, casi cuando habíamos perdido la esperanza.
fuente: http://www.puntodebreak.com/2017/04/04/ljubicic-hombre-del-nadie-habla