Introducir un nuevo entrenador a tu equipo de trabajo suele conllevar matices o cambios importantes no sólo a nivel mental sino en todo tu esquema de juego. Siendo de mayor o menor calado, dichas modificaciones acaban por traducirse en resultados. Rafael Nadal, uno de los jugadores de la élite del tenis que más tiempo le ha llevado tomar determinadas decisiones, ha visto en Carlos Moyà un camino nuevo, y diferente.
Entre los matices que Charly ha ido apuntando, el servicio ha sido una de los principales aspectos a mejorar, con un trabajo específico en los kilómetros por hora y en los porcentajes. El tenista mallorquín maneja cifras estadísticas muy mejoradas con respecto, no sólo a 2016, sino a toda su carrera. Nunca ganó Nadal más puntos con su servicio que en estos meses de 2016.
Aunque en otros momentos también introdujo más peso en la cabeza de su raqueta para despedir más con sus servicios, el enfoque parece estar también relacionado con el momento actual de su carrera, físico y anímico, que le ha permitido entender que el saque era una faceta que tenía que mejorar e integrar con más naturalidad. Su tío Toni también ha venido subrayando cómo de importante tiene siendo el primer y el segundo tiro en el mundo del tenis.
Si bien la mejora ha sido en ambos servicios, es el segundo servicio el más necesitado de progresión, y así ha sido. Durante 2015 y 2016, Nadal era muy agredido sobre su segundo servicio, uno de los más débiles de entre los mejores jugadores del mundo. Sin un primer servicio de zurdo, siempre muy bien escondido y variado por rafa en las grandes citas, competir se hizo más difícil.
Ahora, en 2017, el de Manacor gana un 60% más de puntos con el segundo, seis puntos por encima de 2016 y cinco por encima de 2015 y 2014. Los datos son consecuentes con el momento de su carrera, con la final del Open de Australia y con los resultados que le han llevado a liderar el ranking en lo que llevamos de 2017.