Un solo golpe evitó que Justin Thomas tuviese un día realmente bueno. Aun así, su domingo en Atlanta, Georgia, no estuvo nada mal.

En el TOUR Championship que marcó el final de la temporada en East Lake Golf Club, Thomas terminó en segundo lugar, detrás de Xander Schauffele, una estrella en ascenso que consiguió su segunda victoria del año para lo que resultó ser un sorpresivo cierre de temporada. Mientras tanto, Thomas tuvo muchas razones para sonreír. Terminar en segundo lugar le bastó para ganar la FedExCup y el premio de $10 millones de dólares que acompañan la copa de plata.

Thomas estuvo a punto de lograr el doblete al quedarse a un paso de ganar también el TOUR Championship. En el par-5 hoyo 18 de East Lake, después de hacer birdies en el 16 y 17, Thomas enfrentó un putt para birdie de siete metros y medio que hubiese roto su empate con Schauffele, quien jugaba un grupo detrás. Thomas leyó bastante bien aquel putt que tenía una caída muy pronunciada de derecha a izquierda. La pelota iba bien dirigida, hasta que sobre el final se deslizó por debajo del hoyo. Mientras ejecutaba ese putt para birdie ya tenía asegurada la FedExCup. El birdie en el 18 habría sido la cereza en el pastel.

En el mismo hoyo 18, sabiendo que un birdie le llevaría a la victoria, Schauffele pegó su segundo tiro al frente del green y tras un buen chip se dejó un putt de 75 centímetros para birdie. Cuando la pelota le dio vuelta a la copa, para después caer hasta el fondo, consumó su segunda victoria del año – la primera había sido en The Greenbrier Classic en julio. Con su sólida actuación en Atlanta, Schauffele avanzó hasta el tercer lugar de la FedExCup, en cuya clasificación final solo fue superado por Thomas y Jordan Spieth. De madre taiwanesa y padre alemán, Schauffele puede presumir de ser el único novato que ha ganado el Tour Championship, una victoria que bien podría valerle el título de Novato del Año.

Schauffele había entrado a la ronda final a dos golpes del inglés Paul Casey, quien era líder tras 54 hoyos, y su domingo de 2-bajo 70 fue suficiente para pasar por delante de todos. Ningún putt, como el que tuvo en el 18, le había hecho sentir tanta presión. “Pensé que lo fallaba”, admitió sobre sus sensaciones al observar su último golpe de la temporada rodar hacia el hoyo. “Por esa razón no pude reaccionar para celebrar porque pensé que fallaba un putt corto para ganar. Todavía (estoy) en estado de shock”.

Con certeza, Thomas no tenía razón alguna para salir desanimado de East Lake. Uno de los favoritos para ganar el Premio Jack Nicklaus que el PGA TOUR le entrega a su Jugador del Año, Thomas aparentemente lo ha logrado todo en 2016-17. Ganó fuera de los Estados Unidos (el CIMB Classic en Malasia), se quedó con los dos torneos del TOUR en Hawái (el SBS Tournament of Champions y el Sony Open), se convirtió en apenas el octavo jugador en la historia del PGA TOUR en lograr una ronda por debajo de 60 golpes (en la primera ronda del Sony Open en Hawái), ganó su primer ‘major’ (el PGA Championship) y su primer título de los World Golf Championships (el Dell Technologies Championship). Ahora, también tendrá la FedExCup en su colección de trofeos.

Ha sido una campaña tremenda para el jugador de 24 años originario de Louisville, Kentucky, quien no dudó en señalar la magnitud de ganar el FedExCup. “Es increíble porque siento que he jugado muy bien este año. Fui consistente, tuve muchas semanas estupendas que me dejaron grandes recuerdos”, dijo Thomas. “Poner mi nombre en el trofeo junto al de los demás muchachos (que lo han ganado) es realmente sorprendente”.

“El resto de los muchachos” incluye a Tiger Woods (dos veces ganador), Rory McIlroy, Jordan Spieth, Vijay Singh y Jim Furyk, entre otros.