Roger Federer, impulsor de la Laver Cup de tenis inspirándose en el modelo de la Ryder Cup de golf, terminó a lo grande el 'show' dando el punto de la victoria a "Europa" en el duelo ante el "Resto del Mundo", este domingo en Praga, en la edición inaugural de esta competición de exhibición.

Liderada por el español Rafael Nadal (número 1 mundial) y por el suizo Federer (número 2), Europa ganó 15 a 9 esta primera edición de exhibición, que contó con dos viejas glorias como capitanes, el sueco Bjorn Borg y el estadounidense John McEnroe.

"Los chicos jugaron de manera fantástica durante todo el fin de semana. Sabíamos que sería difícil", reaccionó Federer, después de haber derrotado al australiano Nick Kyrgios por 4-6, 7-6 (8/6) y 11-9, lo que dio el punto de la victoria a Europa.

"Me sentía bien antes del super tie-break. Al final hubo mucha ansiedad, pero ha sido un guión soñado para mí", añadió el jugador de Basilea.

Federer entraba en la pista tras la derrota de Nadal ante el estadounidense John Isner por 7-5 y 7-6 (7/1), lo que forzaba a la victoria del suizo para dar a Europa la primera Laver Cup.

"Estamos muy felices por ganar esta primera Laver Cup para Europa. Así que celebrémoslo", apuntó Nadal.

Según el formato impulsado por Federer, el equipo ganador debe marcar al menos 13 puntos después de tres jornadas de competición, con la disputa de tres individuales y un partido de dobles por día.

"Ha sido un torneo realmente increíble, mucho mejor de lo que podía esperar. Tengo la impresión de haber ganado algunos de los mejores partidos de mi vida. Fue como un cuento de hadas", analizó Federer.

Aunque la Laver Cup no es oficial y busca reconocimiento, el público respondió en un alto número en Praga y tuvo como premio ver a Federer y Nadal el sábado jugando un partido como pareja de dobles, por primera vez en sus carreras. Entre los dos suman 35 títulos del Grand Slam y derrotaron por 6-4, 1-6, 10-5 a los estadounidenses Sam Querrey y Jack Sock.

La próxima edición de la Laver Cup tendrá lugar del 21 al 23 de septiembre de 2018 en Chicago (Estados Unidos, en el United Center, con capacidad para 23.500 espectadores.