Foto: @AustralianOpen
Este viernes en Melbourne, en apenas una hora de juego de las semifinales del Abierto de Australia, el suizo Roger Federer, segundo favorito, se clasificó para su trigésima final de Grand Slam tras el abandono del surcoreano Chung Hyeon (58 en el ranking ATP) a causa de las ampollas en un pie.
Chung pidió un tiempo muerto médico cuando perdía 6-1 y 4-1 y tiró la toalla dos juegos más tarde (5-2).
Federer defenderá su corona en el partido por el título contra el croata Marin Cilic (6º). Si gana, logrará su 20º Grand Slam, el sexto en Melbourne.
"Creo que el primer set fue normal, a continuación creo que él estaba lastrado por las ampollas, sé que provocan mucho dolor", dijo el suizo.
"Provocan mucho dolor, ahora ni siquiera puedo caminar con normalidad. Hice lo que había que hacer, no era bueno para los espectadores que continuara. No era capaz de jugar al tenis", confirmó Chung.
"Sabía que tenía problemas en el pie antes del partido. Debía tener dolor al principio, pero no lo mostraba. Es algo que aprecio, luego vi que cada vez sufría más", añadió el maestro suizo de 36 años.
El inicio del partido había tenido sentido único. Federer se mostró muy agresivo contra su joven rival (21 años), que perdió de inicio su servicio y se dejó el primer set en poco más de media hora. Sus segundas bolas eran un regalo para el tenis ofensivo del veterano.
La experiencia del suizo y el escenario habían petrificado al jugador de las grandes gafas blancas. La diferencia entre las trayectorias era espectacular: Federer jugaba su 43ª semifinal de Grand Slam y Chung la primera. Solo en tres ocasiones en la era profesional (desde 1968) la diferencia de edad, casi 15 años, había sido mayor entre dos semifinalistas de un grande.
Sorpresivo semifinalista
Chung, gran revelación en Melbourne, se convirtió en el primer surcoreano en semifinales de un grande. En su sobresaliente recorrido eliminó al serbio Novak Djokovic en octavos y antes al alemán Alexander Zverev, cuarto de la ATP.
Este viernes los espectadores de la Rod Laver Arena se quedaron con ganas de presenciar una mejor batalla generacional. Federer caminó de nuevo sin rival, en un torneo en el que todavía no ha perdido un set.
"Simplemente jugué un buen partido, en este sentido no tengo nada que mejorar en particular. Pienso que he hecho todo bastante bien", señaló el suizo sobre su actuación.
La final Federer-Cilic será el décimo enfrentamiento entre ambos. El suizo por el momento ha ganado nueve, el último en el Masters de Londres celebrado en noviembre y el precedente en la final de Wimbledon, en julio, donde el croata no ofreció su mejor versión, precisamente por una ampolla en el pie.
El único triunfo de Cilic fue en la semifinal del US Open 2014, en el que finalmente se impuso el croata, su única victoria en Grand Slam.
Federer partirá el domingo como favorito, pero su rival le pondrá en problemas, como ya demostró en cuartos ante Rafael Nadal, número 1 del mundo, que se retiró en el quinto set tras una gran batalla.
"Tiene potencia, si ha llegado tan lejos en el torneo es porque se siente bien y cree en él. Estoy muy impaciente", señaló Federer, que ha ganado 19 finales de Grand Slam y ha perdido 10.
El sábado (08h30 GMT) se disputa la final femenina, que enfrenta a la número 1 mundial, la rumana Simona Halep, con su primera perseguidora en la clasificación, la danesa Caroline Wozniacki (N.2).