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La tenista estadounidense Serena Williams perdió su largamente esperado partido de vuelta al tenis competitivo, una eliminatoria de dobles junto a su hermana Venus, en un final anticlimático en un choque de la Fed Cup de Estados Unidos contra Holanda.
Las hermanas Williams perdieron 6-2, 6-3 ante el dúo holandés de Lesley Kerkhove y Demi Schuurs, con Serena pareciendo particularmente lenta de pies y oxidada después de más de un año de ausencia de las canchas a raíz de su maternidad.
Tras levantar su título 23 de Grand Slam en Melbourne en 2017, Serena permaneció ausente de las cachas hasta que disputó un partido de exhibición el 30 de diciembre en Abu Dabi, cayendo por 6-2, 3-6, 10/5 ante la letona Jelena Ostapenko, campeona del Roland Garros del 2017.
Serena hizo su esperado regreso al tenis el domingo junto a su hermana mayor Venus después de que Estados Unidos selló una victoria decisiva por 3-0 sobre Holanda en su defensa de la Fed Cup.
Con el triunfo por equipo, Estados Unidos logró su boleto para enfrentar en abril a Francia, que superó 3-2 a Bélgica.
Ese fue el primer partido competitivo de Serena desde que ganó su 23° título de Grand Slam en el Abierto de Australia 2017, y la primera vez que las hermanas juegan dobles en este torneo desde 2003.
La estadounidense de 36 años se tomó un tiempo alejado del deporte para dar a luz a su hija Alexis Olympia.
Serena le dijo a los periodistas el viernes que su camino de regreso había estado lleno de "altibajos", pero le dio crédito a su hermana por ayudarla a encontrar su ritmo.
Hubo especulaciones de que podría abandonar el partido de dobles de esta jornada, después de que Serena fuera la única jugadora estadounidense que no asistiera a la práctica por la mañana.
Pero la capitana del equipo, Kathy Rinaldi, confirmó su participación después de que Venus ganó su partido individual contra Hogenkamp antes para sellar la victoria y la clasificación a las semifinales de la Copa.
Las hermanas han ganado 22 títulos de dobles juntas, la última de las cuales fue Wimbledon en 2016.
Ambas han disfrutado de un enorme apoyo de una multitud de 5.200 personas con entradas agotadas en la ciudad montañosa de Asheville, Carolina del Norte, famosa por su arquitectura histórica, sus cervecerías y su vibrante escena artística.