Texto: Diego Reinares AFP / Foto: @ATPWorldTour
¿Quién puede frenar a Rafael Nadal en su camino hacia un histórico undécimo Roland Garros?: la pregunta sobrevuela París, donde el próximo domingo arranca el emblemático torneo, con el español como grandísimo favorito.
Esta edición de la única cita del Grand Slam sobre tierra batida arranca también con la posibilidad de la consagración de la nueva generación, con Alexander Zverev al frente.
De los grandes nombres que han dominado el circuito en los últimos quince años, Nadal, desde su número 1 del ránking, es el único que parece con opciones sólidas de levantar la Copa de los Mosqueteros el próximo 10 de junio.
Roger Federer, número 2, optó por no jugar en la temporada sobre tierra batida para dosificar esfuerzos a sus 35 años y centrarse en el césped y Wimbledon, mientras que otro exnúmero 1 reciente, el escocés Andy Murray (caído al 45º de la lista mundial), fue operado de la cadera en enero y su recuperación se hace esperar, por lo que no estará tampoco en Roland Garros.
El serbio Novak Djokovic, por su parte, sí participa en París pero continúa luchando por recuperar su mejor nivel después de la operación en el codo a la que se sometió en febrero.
En la temporada sobre tierra no ha podido brillar, aunque en su último torneo, el Masters 1000 de Roma, consiguió llegar a semifinales y plantar por momentos batalla ante Nadal, antes de ser derrotado.
Djokovic, campeón de Roland Garros en 2016, ha caído al 22º lugar de la clasificación mundial y tendrá que afrontar el torneo con un estatus de 'outsider' al que no está acostumbrado. Con este panorama, será la nueva generación la que parece poder poner en problemas a Nadal.
"Ya veremos con los nuevos. No puedo prever qué puede pasar. Hay una nueva generación de jugadores con mucho talento, mucho potencial para ser estrellas del tenis. Veremos qué ocurre", afirmó Nadal este viernes en una conferencia de prensa en las instalaciones de Roland Garros.
¿El gran salto de Zverev o Thiem?
Dos nombres emergen entre ellos sin duda: el alemán Alexander Zverev y el austríaco Dominic Thiem. Zverev ganó en las últimas semanas dos torneos sobre arcilla (Múnich, Madrid) y estuvo cerca de sorprender a Rafa Nadal en la final de Roma, hasta que la lluvia vino al rescate del español e interrumpió el partido cuando el alemán se acercaba al triunfo.
En la reanudación, el número 1 mostró una cara totalmente diferente y pudo remontar. A sus 21 años y como número 3 del mundo -lo que le hace ser el segundo cabeza de serie en ausencia de Federer-, Zverev no se enfrentaría a Nadal antes de la final.
La estrella española fue favorecido además por el sorteo del jueves, ya que tampoco jugará contra el austríaco Dominic Thiem (8º del mundo) -posible rival de Zverev en cuartos- o con el serbio Djokovic antes del último partido, ya que van por la otra parte del cuadro.
Thiem fue el único que venció el año pasado sobre tierra a Nadal antes de ganar su décimo Roland Garros, en los cuartos de Roma, y este año la historia se ha repetido: el tenista de Wiener Neustadt venció al mallorquín en los cuartos de Madrid.
El de la capital española es el único torneo de la preparación a Roland Garros en el que Nadal no ha sido campeón. Sí pudo levantar el trofeo por undécima vez en su carrera en Montecarlo y Barcelona, y por octava en Roma, donde llevaba sin hacerlo desde 2013.
Además de Zverev y Thiem, otros jóvenes parecen capacitados para dar el gran salto, el búlgaro Grigor Dimitrov (5º del mundo) y el canadiense Denis Shapovalov (26º) entre ellos.
Entre los más 'veteranos, el croata Marin Cilic (número 4º del mundo) y el argentino Juan Martín Del Potro (6º), siempre que sus problemas en un aductor no sean impedimento, intentarán llegar también lejos. El relevo generacional está llamando a la puerta, pero Nadal, por ahora, se resiste a abrir.