Texto y fotos: Óscar Felipe / Rackets&Golf
No ha pasado un año que Ana Gabriela Martínez González pensó ponerle fin a su carrera deportiva en busca de llevar una vida normal, alejada de las estrictas jornadas de entrenamientos, pero los consejos de sus padres y el apoyo de psicólogos de su federación la llevaron a mantener la calma y de seguir perseverando en el deporte de sus amores: el raquetbol.
Ahora, Gaby vive el mejor momento de su carrera luego de que el pasado 18 de agosto se consagró campeona del mundo en singles en el XIX Mundial de Raquetbol de Costa Rica, al derrotar en tres sets a la mexicana Paola Longoria, número 1 del ranking mundial y tres veces campeona del mundo.
Longoria también ganó recientemente su cuarta medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla, Colombia, en una final muy luchada contra la nacional.
La rivalidad deportiva entre Martínez y Longoria se remonta de años, según la atleta, alrededor de 20 enfrentamientos entre ambas, pero fue hasta en Costa Rica que venció por primera vez.
Gaby siempre estuvo bajo la sombra de Longoria, de 29 años, pues en el 2016 no pudo con ella en la final del mundial y se debió conformar con ser subcampeona del mundo, un título nada despreciable.
Un viejo adagio dice que la tercera es la vencida, pero Gaby necesitó cuatro mundiales para tocar las miles del triunfo, ya que participó en los mundiales del 2012, 2014, 2016 y el de este año.
“Es algo demasiado impresionante, sigo con el shock que aún no lo creo”, dice la atleta en una entrevista exclusiva con Rackets&Golf desde su domicilio, en Fraijanes, donde colocó en su vitrina, junto a otras 75 preseas de oro que ha ganado en diversos eventos, las dos medallas que ganó en Costa Rica, ya que también obtuvo la presea de bronce en dobles con la nacional María Reneé Rodríguez.
“Por fin logré lo más soñado que tenía en mi carrera deportiva y obviamente no paramos acá, todavía queda muchos torneos por delante de los cuales quiero seguir teniendo los mismos sentimientos y los mismos resultados”, exclamó la atleta.
La mañana del sábado 18 de agosto quedó grabada en la mente de la nueva reina del raquetbol mundial, aunque recuerda que el partido fue extraño, un primer set de “adaptación” que perdió 16-8, afectada por una lesión en el codo izquierdo por una caída en el juego de semifinales, pero con la fortuna que su brazo hábil respondió al ataque de su rival.
“Después me metí al juego y sabía que podía ganar. Traté de enfocar con todo lo que tenía hacer, que eran mis tiros, mis saques, hice todo lo que convenía en el juego y olvidé la lesión. Como resultado, salió el título”, recordó la atleta, que ganó con solvencia los dos sets definitivos, por 16-8 y 11-6.
Lejos de la rivalidad que tiene con la mexicana, en la entrevista Gaby siempre tuvo palabras de respeto a Longoria, a quien considera contrincante fuerte y que la respeta por tener mucho tiempo de ser número 1 del escalafón de la Federación Internacional de Raquetbol (WRR en inglés).
“De mi parte toda mi admiración por lo que ha logrado. Es una gran atleta, es súper disciplinada, también es de felicitarla; sin embargo, gracias a Dios las cosas se dieron a mi favor y quisiera que este sentimiento se quedara por siempre”, exclamó Gaby, actualmente cinco del mundo y que con este triunfo aspira colocarse en el top3 del ranking. La nacional también es tres del ranking del área Panamericana y 12 del escalafón juvenil mundial.
La nacional recuerda que no hubo nervios en este duelo, muy diferente a lo que fue en Colombia a finales de julio de este año. “Sabía que las cosas estaban a mi favor, jugué con mucha tranquilidad y confianza”.
Una vida en el deporte
Ana Gabriel creció inmersa en el deporte, recuerda que de niña estaba lleno de energía. Creció practicando varios deportes y su vida giraba en el deporte, clases de teatro, baile y pintura.
A sus siete años se incursionó en el tenis, en el Club La Villa, en la zona 14. Pero estando las canchas de tenis pegadas a las de raquebol se sintió atraída por el fuerte ruido de la pelota que golpeaba las paredes, hasta que decidió probar suerte.
“Desde el primer momento sentí que había cierta conexión de este deporte con mi persona. Cuando entré a la cancha y toqué la raqueta sentí que era lo mío, desde entonces no he dejado de jugar raquetbol”, recuerda.
Creció en una familia de deportistas, su padre Héctor Martínez hizo deporte, su tía Lola (La Chaparrita de oro del baloncesto). “El deporte viene de mi sangre”, dice Gaby, mientras sonríe.
“Soñé ser campeona del mundo, ahora es un sueño cumplido. Quisiera mantenerme acá, conseguir todas las medallas posibles para Guatemala. Me falta la medalla Centroamericana y del Caribe”, comenta.
Estar inmersa en el deporte no todo ha sido color de rosa para Ana Gabriela, ya que en varias ocasiones ha pensado en el retiro, pues practicarlo comenzó solo como un pasatiempo, sin embargo, desde el año pasado decidió jugar profesionalmente, por lo que este año comenzará la gira del WRR.
El momento más crítico para la ahora campeona del mundo fue hace casi un año, cuando decidió abandonar el deporte para llevar una vida normal, lejos de las arduas jornadas de entrenamiento, pues su meta era de iniciar una carrera universitaria.
“El año pasado fue difícil para mí. La primera parte del año fue muy buena, obtuve un tercer lugar en Panamericanos, después de eso tuve varios problemas personales y mi nivel se vino abajo. Dije que se terminó, pensé en enfocarme en una carrera universitaria, pero cuando hablé con la gente de la Federación y con ayuda de psicólogos tomé la decisión de dedicarme como una carrera profesional al raquetbol”, recuerda.
“Fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y agradezco a todos lo que me apoyaron a que siguiera. Sin ellos no hubiera logrado este título”, dijo.
Gaby agradeció el esfuerzo de sus padres, Héctor y su mamá Roxana de Martínez, y el apoyo incondicional de su hermana mayor, Andrea Martínez, quien también jugó raquetbol.
También agradece el trabajo de todo su equipo conformado por unas 11 personas, entre ellos a sus entrenadores, el guatemalteco Juan José Salvatierra y los estadounidenses Thomas Travers y Sudry Monchick.
Andrea formará parte de la primera parada del Tour 2018-2019 a principios de septiembre en San Luis Potosí, México. En noviembre jugará el Mundial Junior.
Gaby Martínez y Paola Longoria en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia.