Información de la ATP / Fotos: AFP
Al igual que en semifinales del 2014 --con victoria para Nishikori--, el serbio y el japonés vuelven a enfrentarse en Flushing Meadows.
Novak Djokovic ha estado al menos en semifinales por undécima vez consecutiva en Nueva York, donde consiguió el título en 2011 y 2015, y para buscar una nueva final en Flushing Meadows tendrá en frente un viejo conocido, key Nishikori.
Sucede que además de cruzarse por decimoquinta vez, con ventaja de 14-2 para el tenista serbio en la serie FedEx ATP Head2Head, será apenas la segunda vez que se enfrentar en el US Open. ¿El anterior antecedente? Una recordada batalla por 6-4, 1-6, 7-6 (5) y 6-3 para Nishikori ante el por entonces No. 1 del mundo alcanzar su primera final de un torneo de Grand Slam.
De hecho, la derrota hace cuatro años truncó las aspiraciones de Djokovic de disputar, por ese entonces, la quinta final consecutiva en el Abierto de Estados Unidos.
Esa victoria, en tanto, era la segunda que lograba Nishikori en los tres duelos que había mantenido con Djokovic después de haberlo ganado en Basilea, en el 2011, y haber perdido en Roland Garros, en el 2010. A partir de allí, el serbio no volvió a perder un encuentro a Nishikori y suma 13 partidos al hilo ante el japonés, tras sumar una nueva victoria en los cuartos de final de la última edición de Wimbledon.
¿Qué espera Nole del cruce ante Nishikori? “Tiene uno de los mejores reveses a dos manos y muy rápido, si no el más rápido. Y tiene un trabajo de piernas fenomenal”, afirmó. “Jugamos en los cuartos de final de Wimbledon y los primeros dos sets fueron duros. El tercer y el cuarto set yo jugué muy bien y mejoré mi juego”, analizó y concluyó: “Nos cruzamos muchas veces en diferentes torneos. Perdí — probablemente uno de los partidos más importantes que he perdido— ante el en Nueva York en 2014. Key es conocido por ser un jugador disciplinado, un trabajador duro y talentoso”.
La edición de hace cuatro años del US Open resultó, tras la victorias de Nishikori ante Djokovic y de Marin Cilic ante Roger Federer, respectivamente, en la primera final de Gran Slam sin Federer, Nadal o Djokovic desde que en el Abierto de Australia de 2005 la definición fuera entre el ruso Marat Safin y el australiano Lleyton Hewitt, con 38 finales de Gran Slam en el medio.
Esta vez, camino al segundo cruce en Flushing Meadows tanto Djokovic como Nishikori han demostrado los manuales de estilo que los catapulta a ser animadores. Nole, como en sus mejores épocas, ha podido desgastar a sus rivales pero no sólo eso: su negocio está en agrandar la cancha, encontrar los espacios para poner a correr al que esté del otro lado de la red hacia los costados. Cómodo también a la defensiva, lo que le ha rendido ha sido arriesgar sin perder el orden pero no cediendo la iniciativa.
En el caso de Nishikori (con record en el torneo a 23-8) estará disputando su tercera semifinal y, además de sus condiciones tenísticas siempre destacadas, en el último tiempo ha destacado también por su resiliencia para sobreponerse a situaciones adversas y encontramos soluciones a cada momento.
El japonés, que firma una temporada estelar en su regreso a la élite y tiene un destacado historial en partidos que se han estirado a cinco sets (18-6), también se perdió la última edición del torneo al igual que Djokovic. En su caso, por la rotura de un tendón en su muñeca derecha. ¿Cuál es la clave de este presente? “Tras superar una lesión estoy disfrutando este desafío”, aseguró el asiático que se tiene fe pese al record adverso ante Nole. “No tengo el mejor balance ante Novak. Siempre ha sido un partido muy duro en los últimos años. He tenido opciones pero no he podido dar el último paso”, relató. Mientras tanto, ya se aseguró escalar hasta el No.12 del Ranking ATP el próximo lunes, en un camino de regreso a los primeros planos que continúa en pleno ascenso.