“Lo primero que pienso es cuanto necesito unas vacaciones, un tiempo de descanso, pero antes viajaré a casa aunque solo sea durante un día, disfrutaré de mi país y luego ya me iré de vacaciones”. Esto fue lo primero que anunció Dominika Cibulkova tras coronarse campeona del WTA Finals de Singapur. El mayor éxito de su carrera en una semana que empezó muy mal y que no pudo acabar mejor. Su triunfo ante Angelique Kerber la colocará a partir de mañana como número 5 del mundo.

Y hablando de Kerber, ella misma sabía ante la dificultad ante la que se enfrentaba. “En el primer partido que jugué contra Angelique salí con la confianza de que realmente podía ganarle, creo que mi juego es lo suficientemente bueno como para ganar a la número 1 del mundo, y hoy me sentí fenomenal desde el primer hasta el último punto. Es cierto que en las dos primeras pelotas de partido me ha costado asimilar situación, hasta que he conseguido mentalizarme. Sabía que podía lograrlo. Este año ya he jugado a buen nivel en varias ocasiones, pero nunca me hubiera imaginado hacerlo así de bien aquí, en el WTA Finals”, afirma Dominika.

“Ella es la número uno del mundo, tiene el mejor juego defensivo de todo el circuito ahora mismo, pero yo sé que podía ganarle si estaba acertada con mi derecha y sobre todo con mi saque, hoy me ha funcionado muy bien. Ha habido muchos juegos que he podido sacar con la fórmula del saque y derecha, he sido muy agresiva, aunque no ha sido fácil mantenerme firme en el tercer set”, recuerda la de Bratislava tras su último partido del curso.

“Después del punto de partido se me han juntado todas las emociones, era algo increíble. Mientras estaba esperando los actos y la ceremonia de entrega de trofeos, pensaba: ¿de verdad está sucediendo esto? No puedo describir con palabras lo que he sentido, necesitaré un par de días para realmente entender lo que he hecho. Es algo muy grande para mí y para todo mi país, algo que recordaré siempre”, valoraba la maestra de 2016.

“Estuve muy nerviosa prácticamente durante todo el partido, pero con mucha confianza y siempre pensando en la estrategia que debía de seguir. Confiaba mucho en mis posibilidades”, repasaba Cibulkova. “Las bolas de partido han sido una locura, he fallado derechas que no me lo podía creer, pero he intentado olvidarlas de inmediato y centrarme en seguida en el siguiente saque. Por supuesto que en el último punto he tenido algo de suerte, pero pienso que la suerte solo se aparece cuando la mereces”.

Hoy todo es felicidad, pero tiempo atrás no todo eran sonrisas. “Durante toda mi carrera he intentado no escuchar demasiado lo que dice o piensa la gente. Es verdad que hoy Kerber era la favorita pero también de joven me dijeron que era demasiado bajita para jugar el tenis de alta competición. Esto es algo contra lo que he luchado siempre, así que animo a todas las jugadoras que no sean demasiado altas a que no se rindan y sigan peleando por ganar cosas importantes, sino que me miren a mí”, subraya una de las tenistas más menudas del vestuario (1’61m).

Y de un salto, mañana el ranking la cambiará del puesto Nº8 al Nº5. “Todavía me cuesta creerlo, esto hace que jamás vuelva a dudar de mí misma. Es el premio a estar constantemente motivada y ponerme retos cada vez mayores. Nunca me he visto como una gran jugadora, sí como una jugadora regular y consistente, pero mi entrenador siempre me dijo que trabajara duro porque con el tiempo podría llegarme una oportunidad como ésta. Ahora no siento el cansancio porque todavía me corre la adrenalina, pero no quiero pensar ya en la próxima temporada. Será un nuevo reto para mí para seguir trabajando y mejorando”, concluyó la campeona.

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Andy Murray quemó en Viena una etapa más en su sueño por convertirse en número uno del mundo. Después de lograr los títulos en Pekín y Shanghai, hoy el escocés se impuso a Jo-Wilfried Tsonga (6-3, 7-6) en la capital austriaca para levantar la corona número 42 de su carrera y sumar 500 puntos más en una carrera de campeones donde Novak Djokovic siente cada vez más fuerte su respiración. Será en París-Bercy donde ambos vuelvan a coincidir en el mismo cuadro y donde se vea realmente quién llega más fino a este final de curso para ocupar lo más alto de la clasificación.

La receta era tan clara como fantástica. ¿Usted quiere ser número uno del mundo? Perfecto, solo tiene que salir ahí fuera y ganar todo lo que juegue. Puede parecer una locura pero Andy Murray se ha tomado las instrucciones al pie de la letra. El de Dunblane está demostrando cada semana que sus palabras iban muy en serio, que es ahora o nunca. Y hoy fue Jo-Wilfried Tsonga quien le tocó pagar tanto deseo.

El bagaje entre ambos indicaba un 13-2 a favor del escocés, al que además había que sumarle un día más de descanso debido a la retirada de David Ferrer en semifinales. Y si ya le añadimos ese carácter del galo cada vez que se enfrenta a los líderes del circuito, no resultaba la final más atractiva de la historia del torneo, para qué engañarnos. Murray fue minando la moral de su rival punto a punto hasta que el primer quiebre cayó por su propio peso. Tampoco vamos a pedir lo imposible, pero ahora mismo meterla mano a Andy es extremadamente complicado. Es como si jugara solo, no de compañía, sino de manera automática. Es un robot que toma siempre la decisión correcta y se equivoca muy poco, por ello saldrá de Viena a menos 500 puntos de distancia del serbio Novak Djokovic.

Perdonen que no relate con mayor precisión el encuentro, pero solamente el servicio del de Le Mans y la pájara de Andy en el segundo parcial dieron algo de atractivo al duelo. Lo peleó Tsonga hasta el final, de eso no cabe duda, pero el momento mágico por el que pase el escocés terminó por imponerse en un equilibrado tiebreak. Séptimo título de la temporada para Murray (empatando con Nole), el año que más trofeos ha ganado en su carrera. El tricampeón de Grand Slam acumula ya 15 triunfos al hilo, siendo su última derrota en Copa Davis ante Del Potro. El objetivo se acerca cada vez más y ya solo restan dos exámenes por delante: París y Londres. Agárrense fuerte porque si gana en Bercy y Novak no alcanza la final, significará que tenemos un nuevo rey en el trono mundial.

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Después de una recuperación, al menos en cuanto a resultados, en este último tramo de temporada, David Ferrer se vio golpeado ayer en Vienapor algo peor que una derrota: una lesión. El de Jávea no pudo siquiera saltar a pista para combatir en las semifinal ante Andy Murray debido a un fuerte contractura muscular en su muslo izquierdo que le hizo incluso acudir al hospital. A solo un día para que arranque el cuadro final de París-Bercy, está en sus manos (y en sus piernas) el gastar la última bala o cerrar el tarro hasta la próxima temporada.

"Cuando me desperté e intenté calentar me di cuenta de que no podía y decidimos abandonar. Las próximas 48 horas descansaré, y cuando pasen éstas veremos si voy a París o se termina la temporada", afirmaba David a EFE tras anunciar su abandono en Viena. "Acabé el partido muy mermado físicamente ante Troicki; tengo un problema en los isquiotibiales, una contractura muy fuerte. Es una pena no poder continuar y quiero agradecer a la gente el apoyo recibido”, añadió.

Lo cierto es que 2016 ha significado el peor año de David Ferrer desde hace más de una década. En Viena, curiosamente, se cumplían justo doce meses de la última vez que el valenciano pisó una final ATP, donde logró ganar en 2015 a Steve Johnson. Esta temporada tuvo la oportunidad de aterrizar en seis semifinales, cayendo en cinco de ellas y obligado a retirarse en la última. Además, el ranking le verá cerrar el telón alejado del top10 y con el miedo a que los nuevos jóvenes del circuito amenacen su estancia en el top20 el próximo calendario.

“Valoro haber mejorado mentalmente y como tenista, también haber ido de menos a más, pero es cierto que esta no ha sido una de las mejores temporadas de mi carrera”, define Ferrer sobre su 2016, un año de más sombras que luces donde firmó 36 victorias y 21 derrotas, números muy humildes respecto a los de otras temporadas.

Sobre el debate del futuro del tenis español, Ferru lo tiene claro. “En el futuro otro tenista como David Ferrer puede volver a aparecer, pero no nacerá un nuevo Rafa Nadal. Tampoco creo que vuelvan a haber dos jugadores españoles entre los cinco mejores del mundo. Habrá jugadores en el top 10 y puede que algunos lleguen más lejos", concluye el ex número 3 del mundo.

La campeona del WTA Finals 2016 de Singapur, Dominika Cibulkova, posó con el trofeo como manda la tradición. Una foto que a buen seguro la eslovaca guardará para el recuerdo. Imposible quitarle la sonrisa de la cara a Domi, que ha vivido la mejor semana de su carrera, consiguiendo el trofeo más importante hasta ahora para ella.

La temporada de Juan Martín Del Potro a nivel ATP ha cerrado la persiana con 30 victorias y 12 derrotas. Después de trece torneos, una plata en los Juegos Olímpicos de Río y una corona en Estocolmo no resumen realmente la esencia de lo que ha logrado en apenas nueves meses. Ha sido como volver a nacer, como pasar del puesto 1.045 a volver a meterse en el top40. Tal cual. La Torre de Tandil no pudo ayer con Kei Nishikori en Basilea, aunque en su lista todavía falta un objetivo, quizá el más importante: la Copa Davis.

"Estoy muy feliz de tener unos días de descanso. Necesito descansar un poco. Tengo que alejar mi mente fuera del tenis antes de la final de la Davis. He jugado muchos partidos seguidos, es demasiado para mí. Pero estoy terminando la temporada bien, así que estoy muy contento por eso”, afirmó el argentino en La Nación.

Pero antes había ilusiones puestas en Basilea, hasta que un japonés, que nunca le había ganado, puso fin a la maldición. "Me sentí agotado durante todo el partido, no pude luchar como yo quería. Tuve posibilidades al comienzo del primer set, pero Kei jugó de manera muy inteligente. No es fácil para mí jugar con un top ten en este momento. No esperaba ganar un título en este momento de mi carrera", asegura.

Hoy por hoy, la cabeza ya solamente apunta a una ciudad, Zagreb. "Quiero estar al 100% para la final. Tengo confianza con mi recuperación, pero ahora tengo que trabajar físicamente. Va a ser muy emotivo para mí y para mi país. No somos favoritos porque vamos a estar jugando contra (Marin) Cilic y (Ivo) Karlovic, que son los dos grandes sacadores. Y los croatas pueden elegir la superficie, las bolas, todo. Pero cualquier cosa puede suceder en la Copa Davis. Estamos muy motivados para la serie”, confirmó el argentino.

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El equipo que competirá en el Torneo Máster U-12 en Monterrey, México, quienes ya se encuentran instalados y más que listos y preparados!

Equipo masculino 
Capitán: Michael Diaz
Raqueta 1: Andres Ovalle
Raqueta 2: Daniel Caballeros

Roger Federer ha sido nombrado por Forbes como el deportista más valioso del mundo como marca personal. El tenista suizo es el primer deportista que aparece en la lista de 40 marcas más valiosas relacionadas con el deporte con un valor de 37 millones de dólares, superando a otros deportistas como Lebron James (34 millones), Usain Bolt (25 millones) o Cristiano Ronaldo, al que casi dobla (19 millones).

 Fuente : http://www.puntodebreak.com/2016/10/27/federer-nombrado-deportista-mas-valioso-del-mundo?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook

Por desgracia para John Daly, hace años que ya no es noticia por su golf. Este temporada ha disputado tres torneos del PGA en los que no pasó el corte, entre ellos el British Open y el PGA Championship, los 'majors' que ganó en 1995 y 1991 respectivamente.

A sus escándalos tanto dentro como fuera de los campos de golf hay que añadirle ahora una revelación que el propio Daly, de 50 años, acaba de realizar en un documental para la ESPN. La historia transcurre durante el L.A. Open -no precisa el año-, ahora conocido como Genesis Open, y el californiano reconoce haber bebido en pleno partido.

"Iba muy lento y había empezado por los últimos nueve hoyos. Creo que iba con 2 o 3 golpes sobre el par. Fui al vestuario y me bebí cinco cervezas y cuando regresé creo que hice cuatro bajo el par en los siguientes nueve hoyos. Es la única vez que he bebido durante una de mis vueltas y jugué muy bien, y de hecho, durante toda la semana. Terminé fuerte", relató Daly.

Fuente : La marca

Actualizado 26/10/2016 19:27 CEST

"Creo que un tsunami acaba de impactar en mi cuenta corriente, así que muchas gracias". Con este simpático mensaje agradeció J.P. Fitzgerald a Rory McIlroy , al que le hace de caddiedesde su salto al profesionalismo, el millón largo de dólares que le correspondió por el triunfo del golfista norirlandés en el Tour Championship el pasado mes de septiembre. La anécdota la ha contado el propio golfista a la agencia AP.

El triunfo en el Tour Championship le supuso a McIlroy un cheque de 1,53 millones de dólares (algo más de 1,4 millones de euros) y además le convirtió en ganador de la FedEx Cup, que otorga un bonus de 10 millones de dólares (algo más de 9,1 millones), de los que 9 millones se cobran en el momento y uno a través de un fondo de jubilación.

Los caddies del PGA Tour cobran entre el 5 y el 10 por ciento del premio del jugador, según pase el corte, entre en el Top 10 o gane el torneo. Aunque el porcentaje sobre el bonus de la FedEx generó en su día cierta controversia, la mayoría de los golfistas otorgan el 10 por ciento a su caddie.

"Se lo merece. Él es una parte muy importante de lo que hacemos. Estuvo conmigo cuando era el 210 del mundo y también cuando fui número 1. Estoy feliz por él", aseguró McIlroy.

El casi millón de euros que ingresó Fitzgerald entre el Tour Champions y la FedEx sería más que suficiente para garantizarse la tarjeta del PGA Tour el año que viene, pues le colocaría en el puesto 89 del ránking de ganancias, sólo un puesto por detrás de Vijay Singh, exnúmero 1 del mundo y ganador de tres majors.

Fuente : La marca